Los trabajadores de Albada se levantaron ayer de la asamblea tras tres horas de intenso debate con la férrea disposición de ir mañana a la huelga. Solo un gesto in extremis de la empresa, entre hoy y mañana, evitará que la ciudad se llene de basura. El comité de empresa mostró ayer su pesar por la postura de la empresa. Según su presidente, José Manuel Vilariño, la patronal no dio ni un solo paso para desbloquear las negociaciones, de ahí que «estemos abocados» a ir a una huelga «que seguro será muy perjudicial para los ciudadanos». Los trabajadores lamentan «tener que llegar a estos extremos, pero la actitud de la empresa nos obliga». Ante la «irresponsable» postura de la patronal, los empleados del servicio de limpieza piden a los responsables municipales que «intervengan y medien con la empresa para, entre hoy y mañana, poder volver a sentarse y evitar el paro, que a nadie gusta».
Por si fuera malo el ánimo de los trabajadores, ayer recibieron los servicios mínimos que se han de aplicar en caso de que se vaya a la huelga. Para los trabajadores, según comentaron ayer en la asamblea, «es ridículo», pues obliga a permanecer en el puesto de trabajo al 95 % de los trabajadores de cada turno. Eso los obliga, según avanzaron, a recurrirlo.
La plantilla insiste en que la readmisión de Fernando Balay, el trabajador despedido y que lleva días acampado frente a la empresa junto a otros compañeros que lo apoyan, es una de las condiciones del acuerdo porque «non se pode coller a este compañeiro como moeda de cambio para firmar un convenio á baixa». «É un refén de este negociación e non o imos permitir», explicó José Manuel Vilariño.
La plantilla discrepa con la empresa en «máis de 40 puntos do convenio», casi su totalidad, entre ellos un sistema de sábados de libranza que la empresa no estaría dispuesta a implantar. Por su parte, Fernando Balay continúa acampado en las inmediaciones de la empresa y asegura que lo hará hasta «la readmisión o que aguante».
Libranzas
Vilariño acusa a la empresa de incumplir el preacuerdo pactado en abril, que expiró el pasado 24 de junio. Dice que no solo no están aplicando las libranzas pactadas para los sábados -que consistían en pasar de librar sábados alternos a trabajar uno y librar tres-, que en principio entraban en vigor el pasado día 13, «senón que agora nos din que non se aplicará a toda a plantilla, tan só a uns cantos traballadores». Tampoco están de acuerdo con la propuesta de la dirección que amplía la jornada del sábado en dos horas. Vilariño critica que «a empresa séguese reunindo para negociar modificacións nas condicións de traballo con cada empregado nunha actitude ameazadora».