«O que teñen que facer é pagar»

Susana Acosta
Susana Acosta MIÑO / LA VOZ

A CORUÑA

Expropiados de Costa Miño piden que la readjudicación no retrase los pagos

14 sep 2011 . Actualizado a las 12:29 h.

Con 75 años a sus espaldas, Nicolás Faraldo no pierde la esperanza de cobrar el dinero por los más 3.300 metros cuadrados que el Concello de Miño les expropió a él y a su hijo. Detrás de las arrugas de su cara hay toda una vida de lucha, pero todavía le cuesta no emocionarse al explicar que el terreno que le quitaron, colindante a su casa, se lo había pedido una de sus nietas cuando tan solo tenía cuatro años.

Pero Nicolás sigue con su lucha: «O que teñen que facer é pagar», dice Faraldo después de conocer que el Concello de Miño volvió a adjudicar los terrenos a Martinsa Fadesa, a pesar de que una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) del 2006 anuló el proceso expropiatorio, la adjudicación y el pliego de condiciones. Porque la tierra para muchos de los expropiados tiene un valor sentimental, por no hablar del daño ecológico que sufrió esa zona. Faraldo cuenta que la mayoría del terreno era de «protección forestal» y que cuando se hizo el PGOM se recalificó a suelo urbanizable: «Había castaños, pinos... Había de todo, e agora andan plantando uns cantos bidueiros».

Pero Nicolás también se ríe porque dice que «isto máis ben xa é unha comedia», que no le hace ninguna gracia. Y así lleva diez años. Lo que le da aliento es que los tribunales les dan la razón, pero todavía no han visto ni un chavo de lo que les deben.

Mucho más pesimista es Antonio Rodríguez Vilariño, conocido como O Pino, que a sus 81 años confiesa que la situación es «insostenible» y que no sabe si llegará a ver el momento de cobrar: «Expropiáronnos contra a nosa vontade e ameazando con que nos ían expropiar se non queríamos vender», dice Antonio mientras se le ve bastante abatido: «Esperanza chamábase a miña nai e perdina unha vez e nunca máis volveu», dice con cierta retranca. A Antonio le expropiaron 5.000 metros cuadrados y un molino de agua que restauró él mismo para que lo disfrutasen los vecinos. Pero fue en el lote y ahora solo puede pensar que «algún fixo as Américas sen atravesar o océano Atlántico».

Son 220 las demandas que se presentaron ante el TSXG y que el tribunal falló a su favor subiendo el justiprecio de 6,32 euros por metro cuadrado a 25,9. Pero detrás de estas demandas hay 220 historias. Por eso, «pedimos xustiza», sentencia Faraldo ante la presencia de Santiago González, uno de los portavoces de los expropiados, y tras las críticas del BNG por la medida aprobada el lunes en pleno. Los nacionalistas califican de «chapuza xurídica» la readjudicación a Martinsa Fadesa de la urbanización Costa Miño. Por no hablar de los calificativos que se les ocurren a estos expropiados por los más de diez años que llevan esperando.

«Algún fixo as Américas sen atravesar o océano Atlántico»

Antonio Rodríguez