Los socialistas salen divididos del proceso de renovación de la ejecutiva local
28 jun 2012 . Actualizado a las 07:03 h.El pulso librado entre las dos corrientes mayoritarias en el PSOE coruñés por la secretaría general del partido ha acabado por fraccionar en dos mitades una formación que ya arrastraba serias disputas internas y que, una vez perdido el pegamento del poder municipal, han acabado por explosionar, provocando una onda expansiva que ha llegado al corazón del grupo municipal, que ha terminado el proceso roto en dos pedazos.
Y es que el paso al frente dado por el edil Jesús Fernández para disputar a Mar Barcón el liderazgo del partido ha polarizado los dos grupos que ya se habían empezado a dibujar dentro del local municipal, en el que la portavoz cuenta con el respaldo de José Nogueira, Yoya Neira y Silvia Longueira, y Fernández, al que reprochan que no hubiese comunicado antes su decisión a los compañeros del grupo, ha estado arropado por Gloria del Valle, Nieves Vázquez y Salvador Fernández Moreda.
La postura de este último ha sido también clave para que el concejal, que tomó el testigo de José Luis Méndez en la carrera por la secretaría general, lograse el apoyo del aparato provincial del partido, enfrentado a Barcón. Junto a ellos se posicionaron militantes históricos, como los exconcejales Florencio Cardador y Carlos González-Garcés, que rompieron con la corriente oficialista durante el proceso de elaboración de la lista para las pasadas municipales, que derivó en un enfrentamiento sonado con el anterior secretario general, Javier Losada.
Precisamente, tanto el exalcalde como la que fuera portavoz municipal, Carmen Marón, han cerrado filas en los últimos meses con Barcón, que ha contado también con el respaldo público de figuras de gran simbolismo dentro de la agrupación coruñesa, como la presidenta, Pilar Valiño, o María José Cebreiro. La portavoz municipal también contó desde el primer minuto con el respaldo de la cúpula de las Xuventudes Socialistas, donde ha tenido uno de sus principales caladeros de votos.
Barcón optó por elaborar una ejecutiva muy amplia para incluir a todas las corrientes y colectivos que la apoyaban, rodeándose también de dos parlamentarios autonómicos, Francisco Cerviño y Loli Rodríguez Amoroso.
Alguno de los nombres elegidos por Barcón para el órgano de dirección y los comités despertó profundas suspicacias en el grupo de Fernández, que en su discurso ante la asamblea censuró que se primen las «expectativas de continuar carreras políticas personales» sobre la integración de todas las sensibilidades que existen dentro de la agrupación.
El concejal, que pese a su pertenencia a la última ejecutiva de Javier Losada no consiguió atraer apenas votos del sector oficialista, optó por pescar apoyos entre aquellos que se alejaron de él y que aparecían encuadrados dentro de la tercera vía, como Jacinto Parga, antiguo secretario de Organización, que dimitió después de las municipales, o el exedil Esteban Lareo.
Unión de intereses
Rodeado de los militantes que encabezaron la plataforma de apoyo a Francisco Caamaño y otras personas afines a la dirección provincial del partido, Fernández incluyó en su candidatura a un buen número de afiliados a UGT, sindicato al que él también pertenece, y contó con el apoyo de las corrientes de Izquierda 21 y Socialistas por el Cambio. Una unión temporal de sensibilidades muy diversas a las que une su oposición frontal a la línea que ha llevado hasta ahora la dirección socialista local y que, presuponen, se va a mantener con Barcón al frente.
Ahora, la principal preocupación de la nueva dirección es cerrar la herida abierta por el proceso de renovación, aunque esta está todavía lejos de cicatrizar y amenaza con abrirse de nuevo ante los procesos orgánicos que afrontará el partido en pocos meses, como las primarias para elegir candidato a la Xunta.