A pesar del mal tiempo, los disfraces abarrotaron la plaza de España
05 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Los carnavales y el mal tiempo se retaron ayer en un duelo en el que la lluvia se llevó el primer asalto -durante toda la mañana no cesaron las precipitaciones-, pero los disfraces consiguieron ganar el combate final. La mañana comenzó muy desapacible, y a pesar de ser jornada festiva, fueron muy pocos los disfraces que se dejaron ver por la plaza de España -centro neurálgico de la marea choqueira-, y la mayoría iban tapados bajo paraguas y chubasqueros. Los más pequeños fueron los únicos que se animaron a caracterizarse de todo tipo de animales, vaqueros, payasos, princesas, indios,... y eso que no pudieron participar en las actividades infantiles que tenían previsto celebrarse en el Campo da Leña, ya que se suspendieron por la lluvia.
Tampoco hubo aluvión de visitantes en la carpa instalada en la plaza de Millán Astray, donde se regalaban filloas recién hechas en diez piedras, pero que no paraban de amontonarse en bandejas debido al escaso número de comensales que durante la mañana se atrevieron a salir de sus casas y acercarse a este recinto.
Pasadas las cuatro y media de la tarde, el tiempo dio una pequeña tregua, aunque no paró de llover del todo, pero consiguió sacar a la calle a centenares de coruñeses ataviados con disfraces de todo tipo. La plaza de España se vistió de pelucas, sombreros y vistosos trajes gracias al concurso infantil de disfraces y choqueiros que se celebró durante cerca de dos horas.
Con un jurado ataviado con toga y birrete típicos de los catedráticos universitarios, por el escenario del Campo da Leña desfilaron un sinfín de sevillanas, que incluso se atrevieron a bailar al compás que le marcó el presentador, quien también las recibió preguntándoles por la pérdida de Paco de Lucía. Una dulce Hannah Montana -antes de su transformación en la polémica Miley Cirus-, unas brillantes estrellas verdes, unas aladas mariposas, una elegantísima Audrey Hepburn (en su papel de Desayuno con diamantes) o un interesante Sherlock Holmes también tuvieron sus minutos de gloria en el concurso de disfraces, por el que también pasaron un safari de animales, entre tigres, pavos reales, y ositos de peluches.
Aunque la lluvia solo desapareció en contadas ocasiones durante toda la tarde, esto no impidió que la plaza de España estuviese abarrotada -también de paraguas-, lo que demostró que en A Coruña el mal tiempo tiene la guerra perdida cuando llegan los carnavales.