El presidente de Mensajeros de la Paz dio una charla y visitó Padre Rubinos
25 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Recién llegado de Miami y El Salvador, de visitar los proyectos que desarrolla allí la oenegé que preside, Mensajeros de la Paz, Ángel García Rodríguez, el padre Ángel, estuvo ayer en la ciudad invitado por la entidad benéfico-social Padre Rubinos, cuyas instalaciones visitó antes de ofrecer una conferencia en la Fundación Barrié.
Fiel a su fama de combativo y de no callarse las verdades, el padre Ángel dejó en su intervención y en el encuentro que previamente tuvo con la prensa auténticas perlas: «Yo no quiero que se acaben los ricos, lo que quiero es que se acaben los pobres», sentenció mientras explicaba la posibilidad de un mundo mejor. Sobre eso versó precisamente su charla: «Estamos construyendo un mundo mejor que el que teníamos hace 50 años, aunque a algunos le parezca que estamos peor que hace cuatro. Pero la solidaridad que vemos actualmente no tiene precedentes. Aunque hay cuatro golfos que roben, eso no es lo habitual», aseguró antes de reconocerse «incómodo para el Montoro de turno, que duda sobre el informe de la pobreza infantil en España».
Solicitó a los poderes públicos que se fijasen como única meta «que sus ciudadanos puedan todos comer tres veces al día» y animó a evitar la prudencia «que a menudo nos convierte en cobardes», y a acercarnos más a nuestro prójimo, «porque la gente necesita más cariño que limosna», afirmó el padre Ángel.