Si algo marcó el último año de gobierno en María Pita fue el estallido de la operación Pikachu, la rama coruñesa de la Pokémon.
-¿Qué ha supuesto la operación?
-Me gustaría que no hubiera sucedido, pero no me ha restado ni un ápice de ilusión. Procuramos que no nos influya y facilitamos lo que nos piden. Lo que pedimos es que se acabe la instrucción lo antes posible.
-En Santiago, Lugo y Ourense hubo ceses o dimisiones. En A Coruña no. ¿Por qué?
-Hasta ahora no tengo elementos suficientes para cesar a nadie.
-Usted dijo que no ha intervenido jamás en nada irregular. ¿No le molesta que hayan usado su nombre para conseguir enchufes?
-Cuando tengo que hablar con alguien, hablo yo, sin intermediarios. A veces hay gente que sí usa el nombre de otro, pero eso pasa aquí y en la empresa privada.
-En Santiago dimitió Paula Prado, que ni siquiera está imputada.
-Paula Prado acierta dando un paso atrás en su posición de representar al partido, pero es cierto que no está ni imputada.
-En A Coruña sí hay imputados. ¿Va a llevar usted en las listas a personas imputadas?
-No pienso ahora en eso. Las listas se harán cuando toque y pensando en lo que toque.
-¿No lo tiene decidido?
-No, no está decidido.
-¿Cree que la Pikachu les pasará factura?
-Lo que pasa factura es no conectar con los ciudadanos.
-¿Cómo está a día de hoy la relación de los populares con la oposición?
-Veo mucha crítica destructiva, pero eso le corresponde a los ciudadanos valorarlo. ¿Cuál es su proyecto estrella? Solo critican y alguna cosa, digo yo, habremos acertado. En la tercera ronda, por ejemplo, multiplicamos por siete la inversión y ahora sí es posible acabarla, y también en el puerto exterior estamos tramitando inversiones decisivas.