
La Defensora del Pueblo y el Icomos apoyan el planeamiento de la zona
11 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La ordenación del entorno de la torre de Hércules recogida en el nuevo plan general de ordenación municipal (PGOM) está superando sin cambios los recursos planteados en su contra. El último desapareció esta semana, cuando la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, decidió archivar las alegaciones presentadas por la Comisión de Afectados de Adormideras de A Coruña.
Becerril remitió una notificación al alcalde que llegó al Ayuntamiento el pasado martes. En ella se informa a Carlos Negreira del «fin de actuaciones» en relación con los supuestos «daños en bienes de valor histórico» que la revisión y adaptación del PGOM podría provocar en la Torre.
Según el escrito de la Defensora el Pueblo, las alegaciones presentadas por la comisión de afectados contra la información que el departamento municipal de Urbanismo le envió «no desvirtúan su contenido», por lo que solo puede «dar por finalizadas las actuaciones» al respecto.
El concejal de Urbanismo, Martín Fernández Prado, afirmó que la decisión de Becerril «demuestra que las cosas se han hecho bien» en el entorno de la Torre. El edil insistió en que la prioridad del gobierno es «defender el valor patrimonial» del monumento y que conserve el título de Patrimonio de la Humanidad.
Fernández Prado recordó que el Icomos -el organismo de la Unesco encargado de cuestiones patrimoniales- ya dio en abril el visto bueno a los proyectos del Ayuntamiento para esa zona, recogidos en una ficha del plan especial. Ese documento reconoce parte de la edificabilidad que algunos promotores tienen en la zona, de ahí las quejas de la comisión acerca de posibles «daños» al monumento, pero los edificios de cinco plantas y bajo autorizados quedarán por debajo de la cota el terreno de la Torre.
La oposición ha sido muy crítica con esos bloques, que sumarían 330 viviendas y a los que se conoce popularmente como «mamotretos», pero con la actual situación del mercado inmobiliario y dado que quedarían por debajo de la cota de terreno de la Torre es posible que no se construyan.
Ese es también el objetivo del gobierno local, que propone a los promotores permutar la edificabilidad que tienen en San Amaro a otras zonas. El concejal recuerda además que esos edificios son un legado de los años noventa, cuando los particulares cedieron suelo para construir el paseo marítimo a cambio de la posibilidad de edificar en la zona, un pacto que ahora pone en peligro el título de la torre de Hércules.