«Creemos que el deporte es un medio de inclusión»

Dolores Vázquez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La Fundación Abrente pretende, con la recaudación de la Carrera por la Integración del 13 de septiembre, montar el Club Deportivo Inclusivo Enki

23 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Carmen Touza (Marín, 1980) es la presidenta y fundadora, junto a otras cuatro personas, de la Fundación Abrente, una entidad que tiene en el Proyecto Enki, de inclusión deportiva, su máximo exponente. Esta diplomada en Estadística, con dos hijos pequeños, centra su labor y su contagiosa vitalidad en una causa solidaria que empezó por amistad.

-¿Cómo nació la fundación?

-Siempre cuando te involucras es porque te toca algo de cerca, mi marido y yo tenemos unos amigos que tienen un niño con diversidad funcional y estudia en el María Mariño y nos comentaron que el Concello de Arteixo les había puesto a disposición la carrera popular y no sabían qué hacer porque era una AMPA pequeña que buscaba mejoras para el centro. Un grupo de personas que hemos tenido relación con el deporte les ayudamos para ganar visibilidad ese día y recaudar fondos. Cuajó la idea y decidimos poner en marcha la fundación. Creemos en el deporte y que es un medio de inclusión.

-¿Solo con la experiencia de Arteixo deciden crearla?

-Nos dimos cuenta de que es muy difícil acceder al deporte para las personas con diversidad funcional porque requiere de muchos medios. Detectamos que hay un hueco, una carencia. Hay muchas actividades sociales que están en el día a día de la diversidad funcional, que realizan una labor fundamental en cuanto a terapias o a inserción, una labor muy útil, pero en el ocio o en el deporte no hay grandes cosas. Todas las entidades demandan ese tipo de actividades y creemos que para sensibilizar a las personas es más fácil desde la parte buena, lo positivo, desde la alegría. Muchas veces la discapacidad se relaciona con la enfermedad.

-¿Funcionan por proyectos o ofrecen otros servicios?

-Solo por proyectos. Por ejemplo, cuando el Enki se puso en marcha estaba promovido por la Fundación Abrente en origen, pero con la Fundación María José Jove y el Ayuntamiento como promotores, que lo apoyaron antes de que naciera. Ellos nos cogieron de la mano y nos guiaron para hacerlo posible. A las entidades les absorbe el día a día y es difícil salirse de ese círculo para hacer cosas nuevas. En el Proyecto Enki hemos convocado a todas las entidades sociales, todas participan en una feria de la solidaridad que se hará el día de la próxima carrera, el 13 de septiembre en Riazor. Nosotros no pretendemos encabezar nada, sino unir esfuerzos de todos para conseguir visibilidad y poner el foco un día en esa inclusión de la diversidad funcional.

-¿Más allá de la carrera, qué hacen?

-La carrera es el escaparate. Enki, en su primera edición, lo que recaudó vía inscripciones se destinó a comprar los medios y los servicios para hacer posible que personas con discapacidad funcional se integren en eventos deportivos. Tras participar en la media maratón de A Coruña, nos dimos cuenta de que eran caminos paralelos y que los que participaron en la media maratón en ningún punto interactuaban con las personas con diversidad funcional, nadie valoraba el esfuerzo de los seis chavales que participaron, las barreras que superaron para llegar ahí. Decidimos que las historias tienen que llegar y hemos puesto en marcha unas jornadas de deporte adaptado en A Coruña en los colegios. La educación es un motor brutal y los niños son los que dan normalidad a todo. Ya se ha hecho una jornada piloto en el Liceo y en septiembre tenemos previsto hacerlas en más centros.

-¿Qué buscan con esta segunda Carrera por la Integración?

-Crear con lo que se recaude el Club Deportivo Inclusivo Enki. Necesitaríamos unas instalaciones para llevarlo a cabo, pero no serían necesario que fuesen nuestras, sino que se pueden compartir. Los clubes deportivos pueden ser orientados a deporte en sala o quedadas para salir a correr o ponerse retos para prepararse para ir a un evento deportivo.

-¿Cumplieron en el 2014 su objetivo?

-El año pasado nos preocupaba que al anunciarse como carrera de obstáculos se apuntase gente pensado en el concepto de carreras extremas y quedara defraudados, porque todos los obstáculos tienen que estar adaptados y tienen que ser posible superarlos para todos. Pero ocurrió lo contario, lo enfocaron como un tiempo feliz. Algunas pruebas dan mucho juego a gastar bromas, se hacen juegos de colaboración y contribuyen a la diversión. También hubo la guerra de harina y de espuma y se captó rápido el espíritu e hizo que se lo pasasen pipa. Propusimos venir disfrazados y mucha gente se animó, se premió a los más originales y quedaron imágenes muy divertidas. En la anterior edición había 1.600 inscritos, de los que un 20 % eran personas con diversidad funcional, que teniendo en cuenta que era el gran eslogan no era mucho. Nuestro objetivo ahora es alcanzar los 3.500 inscritos en la próxima carrera.

-¿Si no tienen socios ni cuotas cómo se puede colaborar?

-Ahora no los hay, aunque cuando se monte el club entiendo que sí. Para recaudar, además del precio de las inscripción en la carrera que es de 3 euros para las personas con discapacidad funcional y para menores de 10 años, y de 10 euros para el público en general -aunque será de 7 para los primeros 1.000 inscritos-, hemos sacados las Enki pils, unos caramelos que ponemos a la venta en los eventos en los que participamos.