Los «casos de violencia» y la «brecha salarial», reivindicaciones del colectivo femenino
09 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Visualización, ese es el mayor éxito conseguido, hasta el momento, para el 8 de marzo. Fue una jornada maratoniana en la que se sucedieron los actos de homenaje, reconocimiento, divulgación, protesta y también fiesta con las que instituciones y asociaciones intentan ponen su grano de arena para defender los derechos de la mujer.
Los más madrugadores se juntaron en la primera Xornada Deportiva por el Día Internacional de las Mujeres, en la que participaron distintas escuelas deportivas y se celebró en el Palacio de los Deportes. Allí, el alcalde, Xulio Ferreiro, se comprometió a que «a transversalidade das políticas de igualdade estea presente nas políticas municipais».
También fueron madrugadoras las participantes en el acto del Muncyt en donde se leyó el manifiesto «Cambiando las cifras», impulsado por el programa For Women in Sciencia de Unesco y L?Oreal, que pone el acento en la aportación de las científicas al progreso de la humanidad.
Desde UGT, Isabel Lema, informó ayer de la brecha salarial que soportan las mujeres, señalando que en la comarca coruñesa cobran un 23,4 ?% menos que sus compañeros, y en un acto más combativo se situó la protesta de la CIG en la plaza de Lugo, donde bajo el lema «Precarias» se criticó la situación de las trabajadoras del textil.
Ecos do Sur junto a Domu Africa visibilizó al colectivo inmigrante y llevó el colorido de las vestimentas africanas al mercado de las Conchiñas, en donde un grupo de mujeres impulsó distintas actividades para promover la multiculturalidad al mismo tiempo que se pedía una mayor apuesta por la integración y respeto por su cultura.
La jornada también fue aprovechada por la asociación Xirxilar, que reúne a más de un centenar de mujeres de Sagrada Familia en distintas actividades, para celebrar una comida. Lo hicieron con espíritu festivo, pero Marisa Iglesias, la tesorera, reconocía que, desde su punto de vista, «a situación da muller cada vez está peor, isto non avanza, hai máis maltrato e as mulleres son as primeiras que sofren os despedimentos», apuntaba.
Si las científicas se reunieron a primera hora, por la tarde una veintena de moteras hizo un recorrido por la ciudad, desde la Torre, para demostrar otros roles de la mujer, y el BNG se promovió una concentración ante el Teatro Rosalía.
Desde la grabación de un vídeo, a la presentación de un libro, talleres para niños, debates, proyecciones e incluso una visita guiada al Museo de Belas Artes conformaron una jornada para el activismo en femenino.
«Igualdad no hay, solo estamos mejor que hace unos años»
Entre las cuatro y media y cinco de la mañana, Almudena Rodríguez va a la lonja para luego trabajar de mañana en el mercado municipal de As Conchiñas de pescantina y al acabar se ocupa del reparto a domicilio. «Mucho, mucho no se ha avanzado», apunta respecto a la conmemoración del 8 de marzo. «Igualdad no hay, solo estamos mejor que hace años», explica a una clientela mayoritariamente femenina. Su trabajo es como autónoma, por lo que, en principio, debería ser similar al de sus compañeros. «Antes de autónoma fue empleada», explica sobre su respuesta tajante de que no ve un trato similar en la sociedad para hombres y mujeres. Si a nivel laboral ve las diferencias, ella, en casa sí ha logrado la corresponsabilidad en las labores del hogar. Casada y con una hija, asegura que con su pareja tiene las tareas repartidas. «Unas más que otras», puntualiza.
«Estereotipos y prejuicios no dejan desarrollar una trayectoria plena»
Son científicas del Inibic y hacen discursos en positivo por las políticas que buscan cambiar las cosas, frente a unos datos que corroboran la desigualdad. Eva Poveda, científica del Grupo de Investigación de Virología Clínica, indica que «los estereotipos, tradiciones sociales y prejuicios de alguna forma a las mujeres no nos dejan desarrollar una trayectoria científica desde una forma plena». Por su parte, Joana Magalhaes, investigadora post-doctoral del Ciber, denuncia que «se ve que hay presencia mujeres en etapas tempranas relacionadas con la ciencia y la educación, de un 60 %, pero al avanzar en la carrera científica solo alcanzamos el 20 % de los puestos altos, estamos en inferioridad».