«Cuando llegas a casa y ves la puerta forzada la sensación es de derrota, de que han violado tu intimidad»

E. E. A CORUÑA

A CORUÑA

28 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace quince días Luis García, vecino de la Falperra, regresaba a su casa tras un par de días fuera. «Cuando llegas a casa y te encuentras la puerta abierta y la cerradura forzada la primera sensación que tienes es de derrota, de que han violado tu intimidad», dice. Se encontró todo revuelto y llamó a la Policía Nacional. «Actuaron con diligencia, llegaron enseguida y al día siguiente vino la Judicial a tomar huellas», relata. Su cerradura no era mala, tenía tres anclajes, pero igualmente la rompieron para entrar. «No se entretuvieron, lo que buscaban era dinero y joyas», dice. No los había y nada se llevaron, pero además del susto, le quedó una factura de mil euros para reparar los daños.

La Zapateira

Con alarma en la vivienda. Un vecino de la Zapateira (prefiere que no se publique su nombre), cuenta su experiencia, hace ya un tiempo. Volvían de una boda y se toparon en su casa con un trabajo profesional, de la misma banda que había atracado al productor y ventrílocuo José Luis Moreno. Tenía alarma y cámaras, pero entraron solo en las habitaciones, por las ventanas, donde no había sensores. En su dormitorio encontraron las joyas y se las llevaron, unos 15.000 euros de valor. «Recuperamos la mitad por una foto de La Voz de Galicia, porque cuando cayó la banda que había atracado a Moreno y se publicó la foto con el material incautado, reconocimos algunas piezas. Fuimos a Lonzas y nos las devolvieron».

Los Mallos

Adiós a las cosas de valor. Salió con su familia a la una y media y volvió a las cinco. En ese tiempo los cacos forzaron su casa de los Mallos. «Como en las películas, estaba todo revuelto», dice. Y faltaba todo lo de valor, joyas de oro, recuerdos familiares y hasta regalos de comunión de su hija. «No recuperé nada», añade, y explica que al ver algo así «te entra una angustia total porque no sabes quién entró y sientes que violan tu intimidad».