Es insólito ver en el siglo XXI una película para todos los públicos y sin el abusivo recurso a la pantalla verde ni a los efectos digitales. La obra del suizo Alain Gspoiner es una rareza
03 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ver cine del XXI, etiquetado para todos los públicos y sin el abusivo recurso a la pantalla verde ni a los efectos digitales, casi obliga a frotarse los ojos por insólito. Pero el suizo Alain Gspoiner y sus productores apostaron fuerte para recrear la popular obra de la alemana del XIX Johanna Spyri, que utiliza a la huérfana Heidi para recrear un drama social de época, también con referencias a la diferencia de clases, más allá de los apuntes bucólicos alpinos y los trazos costumbristas.
Recreada en varias ocasiones para el cine (incluso Hollywood promovió la suya con Shirley Temple en el personaje y Alan Dwan en la dirección) y la televisión, sobre todo la de 1974, que popularizara aquella canción del «Abuelito dime tú?», la de ahora es quizá la mejor ensamblada en cuanto a conjugar con fortuna a una atinada actriz infantil, Anuk Steffen, y el acierto de recurrir a Bruno Ganz para vestir al abuelo, con rodaje en parajes de gran belleza y una particular atención a la dirección de arte.
La expresividad luminosa y la extroversión de la niña frente al laconismo de su protector, que requería del barbado pero sugerente rostro de Ganz. El espectador asume sin subrayados innecesarios la explosión vital de unos paisajes de ensueño, expresión feliz de la vida en su primitivo esplendor, frente al enclaustramiento y las convenciones sociales de la casona urbana de Fráncfort, adonde la protagonista será llevada con la falsa coartada de una mejor formación. A riesgo de parecer un nostálgico por reivindicar a Heidi como un redondeado ejemplar de cine al modo artesano, y a sabiendas de los estúpidos prejuicios que nos asaltan cuando a este cine se le rebaja categoría por estar en las antípodas del «arte y ensayo», ya quisiéramos que su honestidad se impusiera con mayor frecuencia a la casquería habitual y a la impostura industrial que actualmente predomina en el (mal) llamado cine familiar. Para colmo, solo nos cuenta la historia de una huérfana y su amor por el abuelo.
Heidi
Alemania, 2015.
Director: Alain Gspoiner.
Intérpretes: Bruno Ganz, Katharina Schüttler, Jella Haase, Anuk Steffen, Maxim Mehmet, Peter Lohmeyer, Rebecca Indermaur, Hannelore Hoger
Aventura. 106 min.