El pleno coruñés retira la confianza a Ferreiro aunque el riesgo para su alcaldía es mínimo

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago LA CORUÑA

A CORUÑA

Moción de confianza en el Ayuntamiento de A Coruña
Moción de confianza en el Ayuntamiento de A Coruña Paco Rodríguez

Solo el BNG apoyó al regidor de la Marea pero con críticas tan duras como PP y PSOE a su gestión

05 feb 2017 . Actualizado a las 01:59 h.

 El equilibrio de fuerzas que convirtió en alcalde de A Coruña a Xulio Ferreiro está roto. El candidato de la Marea Atlántica contó aquel 13 de junio del 2015 con el apoyo del BNG y el PSOE, con los que superó al PP, que había sido primera fuerza por la mínima.

Ayer los socialistas corrigieron aquella decisión, y votaron en contra de la cuestión de confianza planteada por Ferreiro para aprobar las cuentas sin un acuerdo que le otorgue la mayoría absoluta del pleno. La cuestión fue rechazada con esos seis votos del PSOE y los diez del PP. Del lado del alcalde se situaron los diez sufragios de la Marea y el único del BNG, que mantuvo su respaldo a pesar de hacer una crítica muy dura de la gestión del gobierno, similar a la que hicieron socialistas y conservadores. El regidor contó desde la bancada de invitados con el aliento del portavoz de la formación en el Parlamento gallego, Luís Villares.

Ferreiro ha perdido la confianza del pleno, pero todo indica que conservará la alcaldía. El concejal del PSOE José Manuel García, que salió airoso como portavoz in pectore de un partido que pasa por los momentos más delicados de su historia en A Coruña, señaló que una posible moción de censura de acuerdo con el PP «no está en el calendario» de su formación «a corto plazo».

Pero aunque mantenga la alcaldía, Ferreiro seguirá en minoría en el pleno, y el PSOE insistió en que ya no será tan complaciente como hasta ahora. Tras subrayar que su grupo no iba a otorgar la confianza a Ferreiro «porque no la merece», García le recordó su responsabilidad de «crear un espacio político de estabilidad para la ciudad», y le advirtió que se «olvide de contar, de ahora en adelante, con la muleta del voto sin acuerdos previos».

En términos similares se expresó la portavoz del BNG, Avia Veira, que hizo varias advertencias al alcalde: una, que su grupo votará lo que deba aunque les «ameacen coa foto co PP; otra, que empiece a aplicar ya políticas de cambio porque será difícil que los ciudadanos le concedan una segunda oportunidad.

El distanciamiento con ambos grupos viene de 18 meses de choques casi permanentes y pactos ocasionales. La ruptura más grave fue con el PSOE. El miércoles de la semana pasada, tras una ardua negociación de seis horas y media, se llegó a un preacuerdo sobre las cuentas en el que los socialistas hacían importantes cesiones. Al día siguiente por la mañana, el alcalde afirmó que el pacto era «bo para a cidade» y que solo faltaba que el PSOE le diese el nombre de «catro concelleiros» que cogestionarían otros tantos proyectos a las órdenes de ediles de la Marea. Una hora más tarde, García dio una rueda de prensa en la que dio el acuerdo casi por cerrado, e hizo públicos los nombres de los cuatro concejales. Apenas 45 minutos más tarde un edil del gobierno anunció la ruptura del pacto.

El equipo de Ferreiro, que convocó la cuestión de confianza sabiendo que la perdería, aún no ha sido capaz de explicar las causas de aquella decisión. Ayer el alcalde culpó a García por haber dado aquella rueda de prensa. El edil del PSOE recordó los hechos para acusarle de que «nunca quisieron llegar a un acuerdo». El alcalde también cargó contra los socialistas por la investidura de Rajoy, la reforma del artículo 135 de la Constitución, por sus «trampas e zancadillas» en la negociación...

Ferreiro fue especialmente elocuente en su ataque al PP, al que recordó la Gürtel, la Pokémon, la Pikachu (su rama coruñesa)... Pero la portavoz del PP, Rosa Gallego, le reprochó que en sus 15 minutos de intervención no había citado ni un logro hasta la fecha.

Gallego exigió la dimisión del alcalde hasta diez veces, acusándole de llevar «al furgón de cola» a la ciudad que durante años fue «locomotora del Noroeste», y sacó un arsenal para argumentar que «su gestión, señor Ferreiro, se cae a trozos como la cubierta [del estadio] de Riazor».

Al término del pleno, el alcalde y su gobierno salieron a saludar a los cerca de un centenar de incondicionales que habían acudido a la convocatoria de la Marea para respaldarles. Entre otros gritos, corearon «PSOE, fóra da cidade» e, incluso dentro del pleno, «PP, PSOE a mesma merda é». Dentro del salón, el regidor, que poco antes había dicho que no tienen «animadversión polo PSOE» les llamó al orden.

La oposición tiene ahora 30 días para presentar con éxito una moción de censura. Si no lo hace o fracasa, los presupuestos de la Marea estarán aprobados de forma inicial y solo les podrán hacer corrección técnicas, no políticas.