Una habitación propia para los cuidados paliativos

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El Chuac planea individualizar la atención en Oza y crear una red de apoyo con atención primaria

03 jul 2017 . Actualizado a las 17:07 h.

La Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de Oza, que cumple más de dos décadas de funcionamiento, ultima un plan de mejora en la asistencia a los pacientes terminales que incluye la individualización de la estancia en el centro. Para ello, el equipo que dirige Juan Sanmartín, jefe de sección de la unidad, prepara ya la conversión de las habitaciones en propias, de manera que un solo enfermo ocupe cada estancia, de modo que disponga de mayor confort y se facilite la estancia de los familiares.

Este plan funcional incluye además la asistencia de personal especializado dedicado exclusivamente a la atención de estos enfermos, un equipo formado por tres médicos, trece enfermeras y tres auxiliares, y que cuenta además desde hace año y medio con un grupo de apoyo psicológico permanente, con respaldo de la Fundación La Caixa, que atiende tanto al enfermo como a los familiares y se ocupa incluso del seguimiento en el duelo.

El programa de mejora asistencial prevé además consolidar la necesaria conexión tanto con el servicio de hospitalización a domicilio como con medicina de familia. «Es prioritario reforzar la red de apoyo a todos los niveles, no solo la hospitalaria», insiste Sanmartín, de forma que funcione la figura del médico de referencia de paliativos en atención primaria. «Por zonas habrá una persona responsable que controle y siga a los enfermos una vez que les damos el alta por la agudización de sus síntomas».

«Necesitamos un soporte de emergencia en residencias»

La elección del lugar para el adiós «debe ser un derecho del enfermo», valora Sanmartín, quien recuerda que solo el 40 % de los enfermos se despiden en su casa.

«La falta de cuidadores es perentoria, pero un problema social no puede ser el criterio de ingreso», subraya antes de recordar que la unidad de paliativos es para pacientes con enfermedad crónica avanzada, pronóstico de vida limitado y «crisis de necesidad», que necesitan atención hospitalaria especializada y compleja, como ventilación invasiva, cánulas traqueales... Por ello, reclaman «un soporte de emergencia en residencias», de modo que se dé prioridad a esos pacientes terminales que no requieren cuidados avanzados en el hospital.