Tras medio siglo, O Campanario revive

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Sale a licitación la reforma del centro social, primera mejora importante en la zona

06 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Mis padres vinieron provisionalmente para seis meses, porque los engañaron y les dijeron que luego serían realojados. Yo tengo 44 años y aquí seguimos». Carlos Manuel Gómez Quintela, actual portavoz vecinal, resume así el más de medio siglo de provisionalidad del poblado de O Campanario, en O Portiño. El DOG publicaba ayer la licitación de las obras de reforma del edificio de la asociación de vecinos, un inmueble alrededor del que gira la vida en este lugar. El presupuesto inicial de las obras es de 403.749 euros y el plazo de ejecución, una vez que sean adjudicadas por el Ayuntamiento coruñés, es de nueve meses.

«Nunca se arregló», afirmaba Gómez Quintela al mediodía de ayer y explicaba que en ocasiones han tenido que reparar ventanas que se caían y sobre todo «la humedad, que hay mucha».

Mientras explicaba esto varios vecinos trabajaban en la reparación de los tejados de sus viviendas. «Estas casas son del Ayuntamiento pero las arreglamos nosotros», decía una de las residentes, al mismo tiempo que intentaba que su pequeño no subiera por la escalera al tejado. Otra indicaba cuáles son las casas que promovió en 1965 el padre Villa, que, para algunos, debería ser el nombre del asentamiento. «Aquí viven 70 menores de edad», destacaba el portavoz vecinal, que cifraba en 220 personas la población de O Campanario.

En el centro social que ahora se va a renovar, muchos de esos menores reciben clases de apoyo escolar durante el curso y tienen diversas actividades durante el verano impulsadas por el gobierno municipal. Es el único local de uso público, ya que durante la crisis cerró el bar: «Ahora viene un panadero todos los días, que si no la gente que no tiene coche tiene que ir andando a por una barra».

Ese cierre fue consecuencia de una crisis que se llevó también la mitad del empleo: «Más de 50 % de la gente trabajaba y ahora somos fijos, pero del paro», explica Gómez Quintela. De todos modos, matiza que muchos no tienen ayudas precisamente por el largo tiempo que llevan en paro. Otro vecino reconocía que viven del furtivismo, «y eso que ahora eso lo pusieron penal», y varios más insistían en que este es ahora mismo su único medio de vida.

«Van a actualizar los contratos de alquiler de las casas para ponerlas a nuestro nombre»

Los vecinos de O Campanario están pendientes de una reunión con los responsables municipales «para saber exactamente lo que van hacer», explicaba su portavoz. De todos modos, algunas de las iniciativas ya las conocen: «Van a actualizar los contratos de alquiler de las casas para ponerlas a nuestro nombre». Y es que a comienzos de los años 60 el Ayuntamiento habilitó 44 barracones y los alquiló a otras tantas familias. Desde entonces, siguen a nombre de las mismas porque «las fuimos heredando pero no las cambiaron», explica Carlos Gómez, antes de sentenciar: «Ahora no nos cobran el alquiler porque no tendría sentido que nos cobraran por esto, tal y como está». Las casitas de planta baja, al lado de las cuales se han ido levantando también algunas chabolas, tienen una superficie de poco más de una habitación en la que conviven familias enteras. Además, en su momento Cáritas impulsó la construcción de un bloque de viviendas que ahora ocupa una parte de los vecinos de O Campanario.