Seis concejales en busca de su sitio

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

A CORUÑA

31 oct 2017 . Actualizado a las 13:18 h.

En junio del 2015 los seis concejales socialistas permitieron con sus votos, y sin condiciones, que Xulio Ferreiro, con diez de los 27 ediles, accediese a la alcaldía. Dos años después de bandazos y desconcierto, la postura del regidor y de su partido, la Marea Atlántica, abiertamente beligerante con el artículo 155 de la Constitución para la regeneración democrática en Cataluña, no ha hecho más que añadir ofuscación a un PSOE que sigue perdido.

Los argumentos del portavoz municipal socialista -el tercero desde que empezó el mandato- para justificar su enésimo intento de entendimiento con la Marea, pierden consistencia ante la gravedad de una diferencia tan sustancial sobre el cumplimiento de la legalidad constitucional. Ante el discurso de «hacer ciudad» como un bien superior que, en la práctica, da carta de naturaleza al gobierno en minoría, aparece ahora un abismo que es difícil soslayar: la interpretación radicalmente opuesta que el PSOE y la Marea hacen del freno a la sedición. Es el propio grupo político de Ferreiro, tras acusar al PP de «secuestrar» a la Generalitat con el 155, el que reta al PSOE a reflexionar. Después del respaldo del PSOE en el Senado a las medidas propuestas por el Gobierno, se entiende que toda la batería de gruesas descalificaciones a Mariano Rajoy sirven también para los socialistas.

Pero el PSOE local no se da por aludido. Dice que no quiere aparecer como responsable de la paralización de la ciudad, de que por tercer año consecutivo no haya presupuestos hasta mediado el ejercicio. La experiencia de los dos últimos años, con plante de última hora por parte de la Marea cuando el acuerdo estaba cerrado, les indica que el propósito puede ser loable, pero el resultado, calamitoso. Ahora, además de responder de otro eventual ninguneo, tendría que explicar a su electorado por qué sigue dando oxígeno a quienes hasta ponen en duda su homologación democrática.

Ni siquiera en términos de aritmética electoral le conviene a los socialistas jugar en ese terreno. La propia Marea (con Podemos tocado y En Marea dividida en el Parlamento gallego) busca equilibrios entre un posicionamiento ideológico condescendiente con el rupturismo secesionista y la pragmática necesidad de no ahuyentar votantes. El PSOE, que paga el pecado original de respaldar sin condiciones la investidura de Ferreiro, necesita ahora más que nunca encontrar su sitio.