El futuro del espacio más valioso de la ciudad sigue bloqueado dos años y medio después de su reapertura
16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Os ámbitos da promoción turística e da planificación urbanística non teñen relación causal entre eles», apuntó ayer el concejal de Emprego Alberto Lema para deslindar su defensa «da paisaxe icónica da Marina» y de las posibilidades que este lugar brinda para vecinos y visitantes del litigio que enfrenta al Ayuntamiento con la Autoridad Portuaria desde hace dos años y medio. En un ambiente cada vez más tenso, y enrarecido en los últimos meses por los desacuerdos sobre la liberación para uso público de los muelles interiores de la ciudad, ambas administraciones siguen sin cerrar un conflicto que mantiene el espacio más valioso de la ciudad cautivo de las presiones y la provisionalidad.
Contencioso judicial
El puerto reclama. De la reforma iniciada durante el mandato de Carlos Negreira, las obras de los túneles de la Marina y el Parrote están pagadas. Son los trabajos de urbanización de estos dos espacios los que han generado la deuda de 4,8 millones de euros que la Autoridad Portuaria reclama al Ayuntamiento. De ellos, 1,6 millones corresponden al Parrote. El gobierno local, amparándose en informes del interventor, se niega a abonar cantidad alguna, y ante la negativa de Ferreiro el puerto decide acudir a los tribunales. El contencioso-administrativo aún no se ha resuelto.
«Legalizar» la obra
Deuda de 3,2 millones. Los 3,2 millones de la urbanización de la Marina corren caminos paralelos. Tampoco se han pagado. Desde el verano del 2015, con la Marea recién llegada a María Pita y el nuevo espacio en torno a la dársena inaugurado sin ceremonia ni laurel -un silencio premonitorio de lo que vendría después-, el Ayuntamiento mantiene que la obra de la explanada es ilegal porque se ejecutó sin licencia municipal. El puerto, sin embargo, esgrime que la presencia del Concello como promotor al 50 % de los trabajos exime de tramitar la autorización urbanística. Y ahí siguen. El Ayuntamiento estaría ahora estudiando la forma de regularizar la obra, para cuya recepción pide la cesión del suelo y el arreglo de las deficiencias detectadas.
El plan municipal
¿Qué hay del proyecto? Un año después de la presentación, nada se sabe del proyecto encargado por el gobierno de Xulio Ferreiro al estudio Creus e Carrasco, con un presupuesto de 350.000 euros, para reformular la explanada de la Marina con objeto de «humanizarla». Ejecutar el plan de los arquitectos, que proponen una pérgola con elementos vegetales -la falta de sombra y zonas verdes es una de las quejas más recurrentes desde la inauguración-, una reordenación y ampliación de las áreas de juegos y medidas para mejorar la seguridad, requerirá el informe de Patrimonio, modificaciones del Plan Especial y, si no hay cambios al respecto, la autorización de la Autoridad Portuaria para intervenir en terrenos de los que es titular. Un permiso como el que se solicitó para instalar los bancos corridos en el perímetro de la dársena que, en este caso, no se ha llegado a solicitar.
Los hosteleros presentan su marca, su logo y sus demandas
Después de dos años funcionando de hecho, la asociación de hosteleros La Marina Coruña presentó ayer sus propósitos fundacionales; por un lado, de dinamización de la zona, «el frente más importante de Galicia», sostienen, y por otro, de reivindicación de las necesidades de un colectivo heterogéneo que suma 150 trabajadores, 30 propietarios y 15 establecimientos (en breve podrían ser 20) y aspira, «porque somos centro, a crear tendencia y convertirse en un polo de atracción para todo el entorno», afirma el presidente, Antón Saez.
Ocio y negocio
«Dinamizar y hacer fuerza». La marca Marina Coruña nace con un logotipo del artista Óscar Cabana y un programa que combina acciones de promoción, márketing y de ocio -«que la gente sepa que en la Marina pasan cosas», detalló Saez- con otras iniciativas más políticas en demanda de mejoras en las terrazas, la recogida de basuras y la carga y descarga. Los hosteleros avanzaron que declarar la ciudad de interés turístico permitiría ampliar el horario de terrazas, que durante la semana concluye a las 23.30 horas, una hora antes del cierre del establecimiento, «cuando la realidad es que, salvo que caigan chuzos de punta, la terraza está abarrotada, y al levantarla ya no entra nadie y los que están dentro se van porque piensan que vas a cerrar», explica la vicepresidenta, Gela Gantes. La hostelera también demandó cambios en la recogida de residuos, de horario y contenedores, «que no tienen cabida para nuestras bolsas», y la ampliación del tiempo de carga y descarga.
Acuerdo municipal
Festivales en verano. «Concordo con todo o que se dixo», afirmó el concejal Alberto Lema, que mostró la disposición del gobierno a «falar xa» sobre las demandas hosteleras. Lema aludió al festival de deporte urbano Street Stunts y al evento gastronómico previstos para verano como «dous tests importantes en canto á usabilidade da Mariña».