El Titanic hace escala en la dársena del Parrote

La Voz

A CORUÑA

alejandro vigo

24 mar 2018 . Actualizado a las 11:17 h.

Desde hoy hasta el 13 de mayo • De 10.30 a 21.00 horas • Entradas: días laborables de 3 a 8 euros, fines de semana, de 4 a 10 euros. Niños menores de 6 años, gratis • Una reproducción a escala del Titanic de 12 metros de largo en la que pueden verse hasta los más mínimos detalles del legendario barco da la bienvenida a los visitantes de Titanic The Reconstruction, una gigantesca exposición que alberga la carpa de más de 900 metros cuadrados que está instalada en la explanada del Parrote y que ahonda en la leyenda del barco más famoso de la historia.

La Voz de Galicia se hacía eco entonces de la tragedia refiriéndose al suceso como «horripilante tragedia». En los días siguientes al naufragio fue aportando los datos que iban llegando desde Londres respecto a los supervivientes. Ese seguimiento informativo da una idea de la magnitud popular que alcanzó el hundimiento, que no ha hecho más que crecer desde entonces, salpicando al mundo de la literatura, el arte y, por supuesto, el cine.

En esta exposición se encuentran estas referencias entrelazadas, ya que entre otros muchos objetos alberga el cuadro El sueño del Titanic, del pintor cántabro Enrique Gran, que se convirtió en la imagen oficial del centenario del hundimiento y que el propio Leonardo Di Caprio, protagonista de la célebre película de James Cameron, intentó adquirir en su momento.

Pero aparte de arte, en la exposición hay, sobre todo, muchos recuerdos, algunos en forma de reproducciones de los objetos que transportaba el malogrado gigante de los mares y otros rescatados directamente de las frías aguas del Atlántico.

En este enorme espacio expositivo se pueden ver piezas textiles de los pasajeros, la vajilla del comedor del barco, réplicas de los instrumentos y las partituras de los músicos... Y hasta el único objeto español que iba a bordo: unos encajes de Camariñas que fueron recuperados del pecio. A eso hay que sumarle la recreación al detalle de la bodega de carga, con un ejemplar del automóvil del Titanic, el Brush D24 de 1909, entre una infinidad de elementos que conforman esta exposición para cuya visita se necesita alrededor de una hora y media. Vayan con tiempo, merece la pena.