Los okupas llenan de carteles contra la «Malleira Atlántica» el centro cívico de la Ciudad Vieja

Eduardo Eiroa Millares
E. EIroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El gobierno local mandó limpiar el inmueble a primera hora

01 oct 2018 . Actualizado a las 12:41 h.

Tras el desalojo de la Comandancia de Obras los okupas emprendieron una campaña de pintadas y acciones contra la Marea Atlántica, partido que gobierna en María Pita y que organizó la operación para la recuperación del inmueble.

Además de las pintadas, fuentes policiales también atribuyen al entorno de ese colectivo el ataque vandálico al local de la Marea, por el que todavía no hay detenidos. Algunos concejales habrían recibido amenazas y al menos en una ocasión se vio a una edila, Claudia Delso, acudiendo a una acto con escolta policial. Ese acto fue una reunión mantenida en el centro cívico de la Ciudad Vieja para hablar, precisamente, del futuro de las naves de la Comandancia.

Ese inmueble amaneció ayer cubierto de carteles críticos con la Marea, formación a la que los okupas se refieren como la «Malleira Atlántica», en alusión a los golpes recibidos por las personas que se concentraron el día del desalojo y que intentaron entrar en la Comandancia después de que el inmueble hubiera sido controlado por la Policía Local.

Los carteles, además, ofrecían otras consignas: «As vosas mans están manchadas de sangue» y «as feridas cúranse, a loita continúa». Finalmente, una pintada en el muro del edificio decía: «Nin esquecemos nin perdoamos».

El colectivo multiplicó sus críticas estos días en redes sociales, considerando a los miembros del gobierno local como «traidores». Al menos cuatro concejales de la Marea estuvieron vinculados de alguna manera a los okupas antes de entrar en el gobierno local.

Tras los sucesos del mes pasado, en los que se produjeron una decena de heridos -entre ellos tres policías-, la Marea centró su estrategia en trasladar toda la responsabilidad de lo ocurrido a la Policía Nacional, por una parte por no acudir por la mañana cuando se les avisó del operativo y de los riesgos que había, y por otra por acudir por la tarde y cargar contra los manifestantes que avanzaban hacia el edificio. Esta semana la edila Rocío Fraga apuntó, en la comisión de seguridad, a que los hechos fueron fruto de una decisión «política» de la Delegación del Gobierno.