Repsol arranca en Langosteira la construcción del muelle petrolero

Eduardo Eiroa Millares
E. EIroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Sacyr ya tiene en el puerto exterior el cajonero que hará la estructura del dique

24 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En noviembre del año que viene el pantalán petrolero de Langosteira -una estructura gemela a la existente en San Diego- tendrá que estar terminado. Ese es el plazo máximo que tiene Sacyr para ejecutar esa obra, necesaria para que Repsol -que paga los trabajos- pueda trasladar su actividad al puerto exterior.

Los 16 meses de plazo firmados por Sacyr empezaron a contar este verano y la constructora ultima ya los detalles sobre el terreno para poder empezar a erigir la estructura. El dique se construirá con grandes cajones de hormigón prefabricados y que se fabricarán en Langosteira a bordo de un buque cajonero especializado en esas labores.

El barco ya está atracado en el puerto exterior a la espera de poner en marcha el operativo. La inversión de Repsol en esos trabajos asciende a 25,4 millones.

Los grandes bloques de hormigón armado, con una superficie en planta de entre 300 y 750 metros cuadrados -hay cinco tipos distintos- se trasladarán flotando hasta el lugar que ocuparán para hundirse en el punto preciso dando lugar, tras su relleno, al nuevo dique. En total, son 20 las estructuras que completarán el espigón, que tendrá una longitud total de 56 metros y una manga de 36.

Esos cajones se colocarán sobre una escollera que se construirá transportando el material que la compone mediante barcos. Estos emplearán un cargadero en tierra, estructura que también está preparando Sacyr, que en los próximos días tendrá completamente terminados los estudios de ingeniería de toda la obra.

Otro espigón

El buque cajonero de Sacyr no trabajará solo para Repsol. Su presencia en el puerto exterior servirá también para completar otra obra para la Autoridad Portuaria, la construcción de un nuevo muelle de 350 metros de longitud que completará la línea de atraque hasta acercarse a los dos kilómetros.

Al igual que el pantalán de Repsol, esa actuación, que costará 22,5 millones de euros, estará terminada a finales del año próximo y contribuirá a la mejora de la operatividad en las instalaciones, permitiendo más atraques simultáneos.

Lo que sigue sin fecha es la llegada del tren al puerto exterior, un tendido de vías férreas en su mayor parte bajo túneles que costará cerca de 140 millones de euros. El proyecto está listo, pero lo que no hay es presupuesto asignado.

Las obras forman parte del plan para acabar con el tráfico de petroleros en la ría

El nuevo pantalán de Repsol en Langosteira conforma una de las tres partes del plan mediante el cual la petrolera trasladará buena parte de sus tráficos desde San Diego a Langosteira.

En paralelo al nuevo dique, la multinacional ejecutará también un poliducto entre el puerto exterior y la refinería y hará obras en esta última para adaptar las instalaciones a las nuevas canalizaciones. Esas dos partes del proyecto tiene su tramitación muy avanzada y están pendientes de licencias municipales para poder comenzar los trabajos.

El presupuesto de la firma para ejecutar los trabajos asciende a 126 millones de euros en total, de los que 80 son para el poliducto y otros 10 para las actuaciones en la refinería, si bien es previsible que el coste final se reduzca cuando se saquen a concurso las obras.

La inversión permitirá que el 40 % de todos los graneles líquidos que actualmente pasan por el poliducto bajo la ciudad lo hagan por el nuevo, en zonas despobladas. Ese porcentaje se corresponde con el crudo, con lo que los grandes petroleros dejarán de navegar por la ría y entrarán en Langosteira. Esos buques son los que suponen un mayor peligro potencial para el medio ambiente, con tragedias registradas en la ciudad como la del Urquiola y el Mar Egeo.

La marcha de Repsol tenía que haberse producido en abril de este año, pero la gran cantidad de trámites previos impidió que se cumplieran los plazos firmados entre la empresa y el Puerto. Con los papeles listos, si nada falla, la mudanza podría completarse a lo largo del 2020.