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Desde Faepac asesoran de forma gratuita a toda la provincia. Durante el pasado año 415 familias coruñesas recurrieron a ellos buscando ayuda
12 ene 2019 . Actualizado a las 13:01 h.Hace un año ampliaron su actividad y comenzaron a asesorar de forma gratuita a los hogares de la provincia, «de fóra tamén, se acoden a nós», explica Xosé Golpe, técnico de la Fundación Axencia Enerxética Provincial de A Coruña (Faepac). Esta entidad creada en el 2012 se financia con fondos de la Diputación y también cuenta con participación de la UDC, la USC o la Unión de Consumidores de Galicia. «Al principio, nuestro ámbito eran los concellos, con los que firmábamos convenios de colaboración. Solo en los últimos seis años calculamos un ahorro energético de cerca de un millón de euros en varios municipios de A Coruña», revela Jesús Castro, ingeniero industrial y presidente de Faepac. «Las facturas eléctricas dan mucho juego. Hay muchos errores, sobre todo, cuando hablamos de consumos altos como el de una administración», aclara Castro.
En todo el 2018 llevaron a cabo 611 gestiones. Unas 415 familias coruñesas acudieron a ellos buscando ayuda. En la mayoría de las ocasiones, para tramitar el bono social. «Temos un 99 % de éxito nos bonos sociais tramitados. Hai moita xente que pode ter aceso a el e non o sabe. Non o solicitan por descoñecemento e, ás veces tamén, por vergonza», apunta Xosé Golpe. Calcula que en la provincia de A Coruña, donde el Instituto Galego de Consumo estima que entre un 20 y un 25 % de las familias están en riesgo de pobreza energética, «un 15 % dos que teñen dereito ao bono social non o saben».
El frío es una de las pesadillas de los hogares cada invierno. Por eso, pusieron en marcha a finales del 2017 un proyecto piloto centrado en la pobreza energética. «A través de los servicios sociales de los ayuntamientos nos ponemos en contacto con familias con más dificultades. Hacemos un estudio energético de su vivienda y también de sus hábitos de consumo. A partir de ahí, buscamos medidas de ahorro administrativas y técnicas», detalla Jesús Castro.
Tipos de ayudas
El bono social, subrayan, puede suponer un ahorro del 20 % de la factura, un 35 % en casos de vulneración severa. En las situaciones más extremas se sufraga la totalidad de la factura. «Vai por renda, salvo que sexas familia numerosa, que o tes garantido. O mesmo lle acontece aos xubilados ou persoas con invalidez coa pensión mínima», describe Xosé Golpe. Uno de los últimos cambios afecta a los titulares de una potencia contratada inferior a los tres kilovatios. Desde el 30 de diciembre perdieron el derecho de facto a esta bonificación.
Pero, hay más opciones. «A tarifa de discriminación horaria é vantaxosa para o 90 % dos fogares», continúa Golpe. Los errores en la factura o eliminar conceptos como los seguros o gastos de mantenimiento que no son obligatorios son otras de las peticiones más socorridas. Así como cambiar la potencia, «normalmente, para baixala», reconoce Golpe.
La singularidad de A Coruña
El boca a boca está haciendo que cada vez se acerquen más familias y particulares hasta la asociación. «Moitos teñen contratados produtos nas súas tarifas que descoñecen ou non precisan», reprocha el técnico de Faepac. La calefacción o, en su ausencia, el esfuerzo destinado a calentar la casa, constituye la partida más elevada de las facturas de los hogares coruñeses. «Supone el 45 % de las mismas, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae)», subraya Jesús Castro.
«Tenemos un clima muy húmedo. La ciudad de A Coruña está rodeada de mar. El frío es más difícil de soportar con el viento y la humedad. Esta última, un problema en buena parte de las casas coruñesas. Y, cuanto más al interior nos vamos en sus comarcas, la niebla hace acto de presencia», expone Jesús Castro.
En este tiempo asesorando, su experiencia les ha servido para sacar varias conclusiones. «Para ahorrar en energía muchas veces basta con aplicar el sentido común», destaca el presidente de Faepac. O que, «no entorno urbano hai máis fogares en risco de pobreza enerxética. No rural hai máis solidariedade», concluye Xosé Golpe.
«Las galerías coruñesas imitan el efecto invernadero»
Desde la Faepac aconsejan a particulares para el aislamiento de sus viviendas. «Entre el 25 y el 30 % de las necesidades de calefacción son debidas a las pérdidas de calor por las ventanas», advierte Jesús Castro, presidente de la fundación.
Aislamiento
Estancias herméticas. El primer paso es zonificar el calor por habitaciones y comprobar que no existen filtraciones de aire. La silicona o la masilla pueden ayudar en problemas pequeños. Los burletes laterales para puertas y ventanas, mejor cuanto más flexibles. Para las puertas de las entradas, están los bajos de puerta. Las cajas de las persianas también es recomendable aislarlas.
mobiliario y electrónica
Alfombras y cortinas. Pueden ser unas aliadas. Las cortinas funcionan como un aislante de la habitación y las alfombras retienen el calor. Los aparatos de electrónica también emiten dosis de calor que se pueden aprovechar.
aprovechar el sol
Las galerías. Durante el día, abriendo persianas y cortinas, en función, también, de la orientación de las habitaciones. Por la noche, lo contrario, bajarlas. En A Coruña, hay un precedente de este aprovechamiento. «Las galerías coruñesas reproducen una especie de efecto invernadero. Las puertas que dan a ellas hay que abrirlas por el día y cerrarlas por las noches», apunta Jesús Castro, de Faepac.
Estufas
Si no hay calefacción central. «No me atrevería a decir cuál es la mejor calefacción», dice Jesús Castro. En cuestión de estufas es partidario de los radiadores de aceite o agua. «No se pueden colocar muebles delante o mantas encima, obstaculizan la circulación del aire». Los ventiladores de aire calientan tan rápido como se termina su efecto al apagarlos. Los calefactores de butano son efectivos, pero también pueden ser peligrosos. Si hay calefacción central, tiene que estar entre los 19 y 21 grados. Un poco menos en los dormitorios. Por cada grado que subimos, aumenta un 7 % el consumo.
Condensación
Humedad. Es fundamental aislar bien el inmueble y renovar el aire interior. Con abrir las ventanas cinco o diez minutos al día es suficiente. Después, existen sistemas mecánicos de renovación del aire.