Juan Flórez y su entorno es la zona más cara de la urbe, con 600 euros de media
25 feb 2019 . Actualizado a las 08:52 h.A Coruña y Vigo fueron el año pasado las dos ciudades con los alquileres más caros de Galicia. Por ese orden, aunque con escasa diferencia. Según los datos del Observatorio Galego da Vivenda, vinculado al Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), en A Coruña se pagaron 477 euros de media, frente a los 481 de la ciudad olívica.
Las cifras corresponden a las fianzas de los contratos, generalmente coincidentes con el pago de un mes de renta. En toda Galicia hubo incremento de precios en los últimos años. En A Coruña llegó al 32,5 % entre el 2014 y el 2018, es decir, en cinco años los precios de la rentas subieron un tercio, con cifras similares entre el 2014 y el 2016 y un salto en el 2017 (447 euros) que aumentó en otros 30 euros más en el 2018.
El estudio desglosa los precios por barrios, así como el número de contratos. El distrito postal 15009, una amplia franja que va de Cuatro Caminos a Eirís pasando por el Castrillón, fue la zona con más contratos contabilizados, 759, seguida de cerca por los 681 del 15007, que va desde Os Castros hasta el Ensanche. De Novo Mesoiro a Feáns se encuentra el área con menor demanda, con solo 240 contratos firmados.
Los alquileres más caros de A Coruña se abonan en el entorno de Juan Flórez y su entorno, donde el importe medio alcanza los 625 euros mensuales, 25 euros más de los que pedían en la misma zona justo un año antes.
La subida continuada de los alquileres en A Coruña también la corroboraba recientemente la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), con datos propios que apenas difieren de los del informe del IGVS.
En la ciudad se depositaron el año pasado casi 5.500 fianzas por alquileres. Es la cifra más elevada de todas las urbes gallegas, con un millar más que en Vigo y más del doble que en Santiago.
La demanda de alquiler no ha dejado de crecer en A Coruña, donde en diciembre pasado había 257 pisos registrados para uso turístico, es decir, para alquiler diario, y por ello fuera del mercado tradicional. La reducción de la oferta por la falta de nueva construcción y porque muchos pisos vacíos siguen sin moverse, coincide con un aumento de la demanda por la imposibilidad de amplias capas de la población de tener una vivienda en propiedad.
El alcalde ve menos demanda
El alcalde, Xulio Ferreiro, afirmó en el Dillo Ti que no hay «presión demográfica» que invite a levantar nuevos desarrollos urbanísticos grandes. Ante las quejas de las asociaciones que agrupan a promotores y empresarios, que insisten en que se ha paralizado el sector, el regidor contrapuso que ha hablado con «algún constructor» que «está encantado» y que no ve «ningún problema». Del 2015 al 2017 se construyeron 77 pisos en la ciudad, menos que en Oleiros, Sada o Arteixo. La cifra supone el mínimo histórico, ya que incluso en plena crisis, entre el 2011 y el 2014, se levantaron 749 viviendas.