Noemí Santiago: «Portugal me dio la oportunidad laboral que España me negó»

Alejandro García Chouciño
A. g. chouciño LA VOZ / A CORUÑA

A CORUÑA

Noemí Santiago

Esta coruñesa trabaja como bióloga en la mayor reserva estratégica de agua de Europa, en Alentejo

11 jun 2020 . Actualizado a las 11:58 h.

La primera vez que Noemí Santiago Parada (1991) acudió a la ciudad de Beja, en la región de Alentejo, lo hizo gracias a un Erasmus + que realizó en el 2018 como prácticas externas de su máster en Dirección de Actividades Educativas en la Naturaleza. Finalmente, lo que iba a ser un mes de experiencia en la Empresa de Desenvolvimento e Infra-estruturas do Alquelva (EDIA S.A.) terminó por convertirse en su lugar de trabajo tras una beca Galeuropa y en la actualidad con un contrato hasta el 2021. «Portugal me dio la oportunidad laboral que España me negó. Tuve suerte, mi jefa y directora del departamento apostó por mí y mi trabajo», comenta Santiago.

Esta coruñesa, natural del barrio de Labañou, destaca que el país luso «es muy similar a España en temas de investigación, aunque con sueldos más bajos. De hecho, hay muchos proyectos ‘ibéricos' conjuntos».

Esta aventura profesional le ha permitido formarse en su campo y en la albufera de Alquelva, la mayor reserva estratégica de agua de Europa, que proporciona el desarrollo económico y social de la región. «Principalmente, trabajo en temas de conservación de los valores naturales -flora, fauna y hábitats específicos- presentes en las áreas de regadío gestionadas por EDIA, en estudios de conectividad ecológica o sensibilización y educación ambiental entre otras funciones», explica Santiago.

«Me siento una afortunada por el trabajo que realizo y los compañeros de trabajo que tengo»

La decisión de abandonar el nido fue bien recibida por su familia a pesar de los 750 kilómetros que los separan: «una de las cosas más importantes para ellos es saber que yo estoy bien, contenta y feliz aquí. Me siento una afortunada por el trabajo que realizo y los compañeros de trabajo que tengo».

«Viven con mucha calma, y yo soy muy enérgica y activa, por lo que hay momentos que es desesperante»

No obstante, Santiago confiesa que los portugueses son «mucho más políticamente correctos y emplean un lenguaje muy culto, que roza la pedantería y lo excesivamente cortés». Además, señala que en Alentejo «viven con mucha calma, y yo soy muy enérgica y activa, por lo que hay momentos que es desesperante».

La experiencia la ha hecho «más humilde y ahora valoro mucho más los pequeños detalles de la vida». Santiago afirma que volvería a la ciudad herculina «si encontrase trabajo como bióloga. Tengo compañeras mías de la carrera en el paro, acabando doctorados y sin esperanzas de futuro laboral a corto plazo. Personas de expediente académico ejemplar».

La crisis sanitaria ha impedido que lleve desde la Navidad sin volver a casa, pero no pierde la ilusión de regresar a su lugar favorito: la ventana de O Portiño.