
El gobierno local confirma la estabilización a la espera de cerrar el conflicto judicial
09 dic 2020 . Actualizado a las 09:51 h.Los precios del bus urbano y el taxi no subirán en el 2021, confirmaron este martes fuentes del gobierno local. Por lo tanto, el billete de bus continuará en 1,2 euros si se paga al contado, o en 0,75 si se utiliza la tarjeta Millennium.
Esos precios, que supusieron una bajada con respecto a los anteriores, fueron fijados por el Ayuntamiento de forma unilateral a comienzos del 2019. La legalidad de esa decisión fue puesta en duda por la Compañía de Tranvías, que considera que el anterior gobierno local vulneró el contrato que regula la concesión del servicio de transporte. En respuesta la empresa reclamó que se aplicase la fórmula que marca el convenio con el Ayuntamiento para calcular las tarifas.
El conflicto se dirime en los tribunales de lo Contencioso. La congelación de las tarifas se debe en gran parte a la judicialización de la disputa, ya que la resolución de la demanda podría suponer un cambio obligatorio de los precios y, en caso de que los juzgados den la razón a Tranvías, el posible pago de compensaciones por parte del Ayuntamiento.
Por el momento, la empresa ya ha ganado su primer lance judicial con el consistorio. En junio de este año, los tribunales de lo Contencioso dictaminaron que el anterior gobierno local no actuó de forma legal cuando dio por terminada la concesión del servicio en el 2016. Aquella decisión, que el anterior Ejecutivo justificó basándose en un reglamento de la Unión Europea, se anunció sin advertir antes a los responsables de la concesionaria.
Ante las dudas de legalidad, el gobierno anterior optó por esperar a la resolución judicial e hizo continuar a Tranvías bajo la figura de una prórroga forzosa, sin sacar a concurso de nuevo la concesión del transporte público.
El dictamen favorable a la compañía estuvo avalado por una consulta al aparato de Justicia de la Unión Europea, que consideró que el reglamento no era aplicable de forma retroactiva.
El impacto del covid
La congelación de los precios se produce en un contexto muy problemático para el transporte público, que ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus. En marzo, con el estallido de la pandemia, se anunció una reducción de los servicios, pero la afectación fue mucho más larga. A mediados de septiembre, los autobuses llevaban un 60 % de los pasajeros que llevaban el año anterior, según explicó el propio responsable de Tranvías, Ignacio Prada.
Todo ello a pesar del esfuerzo por garantizar la seguridad que hizo la compañía, que desde junio tiene un certificado que acredita la efectividad de sus protocolos para evitar los contagios. El propio edil de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, destacó también en septiembre que no se había detectado ni un contagio en el transporte público desde marzo.
El sector del taxi
La pandemia también ha tenido un grave impacto sobre la otra pata del transporte público, los taxistas, que han tenido que renunciar a días de trabajo durante las etapas de cuarentena por falta de clientes, y afrontar jornadas maratonianas cuando no había restricciones para hacer las mismas carreras que antes, también por la bajada de demanda.
El Ayuntamiento da por hecho que en el 2021 los profesionales de ese sector mantendrán las tarifas actuales. Por ahora no han planteado subirlas. El presidente de Tele Taxi, Manuel Sánchez Quindimil señaló ayer que en este contexto «ni nos lo planteamos». Los taxistas, como el bus, ya congelaron sus tarifas durante la práctica totalidad de la crisis del 2009 por las dificultades que estaba pasando la población para hacer frente a cualquier subida de precios.
La plataforma de Juan Flórez, el pago por el móvil y un nuevo contrato de concesión
Aunque durante la última década ha sido uno de los asuntos más debatidos en los plenos, el bus urbano sigue a la espera de mejoras anunciadas hace años. El 2021 debe ser el año en el que se estrene la aplicación para pagar el billete a través del teléfono móvil y en el que se implante la primera plataforma reservada al transporte público. Ese proyecto, lanzado por el gobierno actual, prevé que uno de los carriles de Juan Flórez se reserve para buses, taxis y otros servicios públicos. Discurrirá en dirección contraria a la habitual, es decir hacia la plaza de Pontevedra, lo que permitirá hacer mejoras en otras líneas del servicio.
La aplicación de pago está pendiente desde el mandato anterior. Su puesta en marcha se ha retrasado en varias ocasiones a causa de dificultades técnicas, pero el proyecto ha seguido adelante.
El bus metropolitano
Pero las principales transformaciones que esperan al transporte urbano están relacionadas con otros ámbitos. Por una parte, el Ayuntamiento debe empezar a plantear la renovación del actual contrato, que finaliza en el 2024.
Ese trámite podría ser el marco propicio para hacer mejoras largo tiempo esperadas, como la reforma del mapa de líneas.
Por otro lado está la nueva regulación del transporte metropolitano. Ese servicio es competencia de la Xunta, pero el Ayuntamiento quiere que se permita a los buses de A Coruña trabajar en los municipios del área, con el fin de dar forma a un sistema de transporte integrado que el gobierno local quiere poner en manos de una entidad única.