Begoña Bermúdez, experta de A Coruña en corsetería: «El cien por cien de las mujeres lleva mal puesto el sujetador»

Begoña Bermúdez tiene un don. Donde pone el ojo, pone tu talla de sujetador. Esta coruñesa pasa consulta en las galerías de la calle Real, porque esto «es una cuestión de salud».

-¿Qué porcentaje de mujeres llevan mal puesto el sujetador?

-El 100 % de las mujeres lleva mal puesto el sujetador. Yo, lo que hago, es reeducar a la gente. Un sujetador no se puede comprar en ningún sitio donde elijas tú la talla con la percha, porque vosotras no tenéis por qué entender de la parte técnica.

-Las tetas deben ir en su sitio.

-Si no llevas el sujetador correcto, puedes tener dolencias de espalda, de pies y de estómago.

-¿Una talla equivocada puede provocar estreñimiento?

-Sí. Nosotras tenemos un peso añadido en el frontal y hay que equilibrarlo. Si vas más inclinada hacia delante, no estás dejando que el intestino tenga su espacio. En cambio, si tú equilibras ese peso, la mama no cae encima del estómago, no te inclina hacia delante y el pie ya va equilibrado.

-¡Se necesita un máster para saber cuál es la talla adecuada!

-El sujetador es la única prenda que tiene dos tallas porque va anclado en dos partes diferentes: la estructura corporal y la mama. No hay dos sujetadores iguales.

-Y no hay quien se aclare con la letra de la copa y el contorno.

-La copa es la letra y el número es el contorno. Las tallas van desde la 75 hasta la 125 en el contorno, y en la copa hay tallas hasta la letra O.

-Eso no lo he visto yo en la vida.

-Pues sí que lo hay. Yo, de hecho, llevo una 85K. En el mercado te encuentras cuatro modelos y cuatro tallas, pero hay un sujetador para cada mujer. En cada modelo puede haber más de trescientas tallas.

-¿Todas las marcas llegan?

-No todos los fabricantes trabajan todas esas tallas, pero las hay.

-¿Y el cambio estético?

-Es brutal. La ropa te queda de otra manera. No es lo mismo llevar un pecho encima del estómago que alzado. Te estiliza mucho más y te cambia la silueta.

-Dígame una famosa a la que le vendría bien un cursillo acelerado de tallaje de sujetador.

-Carlota Corredera, Paz Padilla, Terelu, Teresa Campos... Muchas.

-Juguemos al verdad o mentira. ¿La sujeción va en el tirante?

-Mentira. Vosotras le dais al tirante como si no hubiera un mañana y ahí no va la sujeción. ¡Va en el contorno!

-¿Qué hacemos mal?

-Soléis coger de más en el contorno y de menos en la copa. Todas lleváis el sujetador grande en el contorno. ¡To-das!

-¿Es bueno dormir con sujetador para no generar arrugas?

-Mentira. ¡Hay que dormir sin sujetador! Cuando duermes, ¿qué rayos tienes que sujetar?

-¿Por qué se cae el tirante?

-Porque no va sujeto a ti. Si lo llevas bien, no se mueve nunca.

-¿El aro es una pieza clave?

-Verdad. Nadie os explica hasta dónde llega el tejido mamario y luego no sabéis colocarlo. El aro va hasta la mitad de la axila, pero no puede tocarla. Tiene que haber cuatro deditos de distancia. A los médicos siempre les pido que se paren a explicároslo.

-¿La mama pequeña se puede poner cualquier cosa?

-Mentira. Tienen más problemas, porque no tiene protección de grasa y el aro les hace de guillotina. En la clínica que trabajo, de cada diez mujeres que vienen con patologías por llevar incorrectamente el sujetador, nueve son de talla pequeña. Les cuesta mucho más encontrar un sujetador.

-¿Hay trucos para disimular la diferencia de tamaño?

-Hay truquitos, sí.

-¿Qué pasa con los sujetadores deportivos?

-Los de tipo deportivo tienen que sujetar más, pero no aplastar.

 

«Tuve una inundación en mi corsetería, me arruiné y ahora disfruto de esto»

Tras muchos años con una lencería en el centro de A Coruña, Begoña Bermúdez (San Sebastián, 1968) «reeduca» a las mujeres sobre el uso sano, correcto y estético del sujetador.

-¿Pero de dónde sale usted, buena mujer?

-Llevo 25 años en el sector. Empecé con una tienda de corsetería en la calle Alcalde Canuto Berea y luego pasé a la Galera. Pero la vida me jugó una mala pasada, tuve una inundación y me arruiné. Así que me tuve que reinventar.

-No es fácil volver a empezar.

-Sí, lo pasé muy mal. Debía tanto dinero que no podía ni comprar un sujetador, pero ahora lo estoy disfrutando. Una profesora de patronaje en el CIFP Paseo das Pontes me preguntó si daría una conferencia sobre el tema.

-Y se le encendió una lucecita.

-Hasta ese momento no fui consciente de todo lo que sabía. Repetí varias veces en ese centro y de ahí ya salió todo: conferencias en asociaciones del cáncer, gimnasios, colegios, institutos, centros sociales... Antes de la pandemia, daba conferencias por todos los lados.

-¿Hasta para los médicos?

-De hecho, doy conferencias para los médicos. En Mallorca me invitaron las matronas y di una ponencia allí en el hospital. Ahora estoy trabajando en una clínica privada de León con uno de los mejores doctores de estética que hay en Castilla y León y allí también he dado un montón de conferencias.

-Bendito el día en que renació como asesora de ropa íntima.

-Eso es lo que me dice el doctor Alzaga, en León. Muchas mujeres me dan las gracias porque ya no tienen ardores, o se les ha curado el estreñimiento, o ya no van al podólogo o al fisioterapeuta. Por no hablar de mastectomías y reconstrucciones de pecho.

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