Los alumnos más mayores también aprenderán sobre mandos de garaje
30 nov 2021 . Actualizado a las 09:30 h.Cuando Román Cordero, un joven de 20 años con discapacidad intelectual, iba a la tienda de la zapatera Sandra Caínzos, pedía algunos mandos de garaje. Se imaginaba trabajando en el negocio. Por eso, él junto a su familia, propuso un taller de formación profesional en el colegio Nuestra Señora de Lourdes- Aspronaga. Así comenzó el curso de Reparación de calzado y artículos de marroquinería, con 15 estudiantes en total.
«Lo que más me ha gustado es arreglar zapatos y mandos de garaje», dice Román. Su compañero Yeray Mato coincide en las mismas aspiraciones y muestra con minuciosidad lo que ha aprendido en el curso. «Estas son las partes del calzado», señala. Sus amigos Nikita Kormanov y Luis Corrales, apasionados del fútbol, también disfrutan del taller. Todos los chicos se sienten como estrellas de rock cuando se les pregunta por su trabajo en las clases, pues lucen con orgullo sus cartillas.
El curso empezó esta semana, los estudiantes tendrán 120 horas en los que aprenderán sobre el funcionamiento de una tienda de zapatos, el duplicado de llaves y mandos de garaje. El taller se creó con el apoyo de Iserta y la Fundación ONCE. El Fondo Social Europeo financia la iniciativa, que finalizará en febrero del próximo año.
La profesora del taller, Sandra Caínzos, cuenta que es la primera vez que enseña. La mejor lección que se ha llevado de sus estudiantes es la paciencia con la que comparte sus conocimientos en zapatería y marroquinería. Recuerda cuando Román iba a su negocio a preguntar por mandos de garaje. «Iba por artículos muy concretos. Su padre me preguntó si podría enseñarle, yo le dije: «si lo puedo hacer yo, él también, es cuestión de práctica y de enseñarles de otra forma». Lo que más me ha costado en las clases es adaptarme a ellos porque todos son diferentes. Es un reto para mí», afirma.
La docente utiliza material didáctico en sus clases así como cartillas con imágenes. La asociación ayuda a la profesional a enfocar las temáticas del curso de forma que sean más cercanas para los estudiantes. Aspronaga da también una asesoría en cuanto al trato con los alumnos.
El programa forma parte de la estrategia de Formación Profesional Adaptada de Aspronaga (Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia). El proyecto pretende preparar a los estudiantes con discapacidad intelectual para incursionar en el mercado laboral. De esta forma, el CEE Nuestra Señora de Lourdes conecta a los alumnos con las empresas para que puedan realizar sus prácticas profesionales al terminar el taller de reparación que durarán 40 horas.
En el colegio estudian cerca de 53 personas con discapacidad intelectual. Alrededor de 30 son mayores de 16 años. Según Román Mateos, director de la institución, «los chicos, al estar en un centro de educación especial, no tienen acceso a los itinerarios de formación profesional. Por eso intentamos hacer estos cursos para que puedan ser contratados por una empresa», asegura.
En Aspronaga también han dado cursos de ordenanza y para ser auxiliar de pastelería. Lo ideal es que sean talleres que generen interés entre los alumnos. En este caso, la iniciativa es especial porque uno de los estudiantes fue quien hizo la propuesta y la asociación estableció un lazo con distintas empresas multiservicios para que los chicos puedan practicar los conocimientos adquiridos.
«Los jóvenes están muy orgullosos porque son los mayores del colegio y van a tener una formación específica. Cuando se les plantea una novedad, les resulta muy interesante y más cuando vienen un profesional externo para enseñarles. Les genera mucha satisfacción. Intentamos que los aprendizajes sean prácticos, a fin de cuentas las empresas multiservicios son un negocio que conocen, siempre han ido aun zapatero a reproducir una llave o un mando de garaje», manifiesta.