






















El viento, de hasta cien kilómetros por hora, provocó pequeñas incidencias
09 dic 2021 . Actualizado a las 09:45 h.Los últimos coletazos de la borrasca Barra se notaron, y mucho, en la ciudad. Desde la madrugada de ayer y durante toda la jornada las precipitaciones estuvieron acompañadas de rachas de viento de hasta cien kilómetros por hora. A consecuencia, los bomberos y la Policía Local recibieron varios avisos relacionados con pequeñas incidencias.
Si el martes el temporal tiró los árboles de decoración navideña de la glorieta del pavo real, este miércoles algunas de las luces instaladas en calles como Fray Pedro Payo Piñeiro, en Eirís, sufrieron el vendaval. En esa vía el viento no solo provocó la caída del alumbrado, sino también de una farola que lo sujetaba, lo que obligó a los agentes a cortar la vía a las 8.25 horas. Los efectivos del parque de A Grela también tuvieron que desplazarse hasta la calle Rafael Dieste sobre las 11 de la mañana para asegurar un andamio. En el área metropolitana tampoco se libraron y los bomberos de Arteixo y Betanzos tuvieron que acudir a diferentes puntos, como Rutis, para retirar algunos árboles caídos que impedían la circulación.
El temporal, que dejó olas de entre seis y ocho metros, ahuyentó a buena parte de los coruñeses, que optaron por refugiarse en sus casas o en los centros comerciales, que abrieron a pesar de ser festivo. Entre los pocos que se animaron o a dar una vuelta por el paseo marítimo estaba Miguel Martínez, que acudió a pasear con su perro. «Me esperaba un temporal peor, esto para aquí en esta época del año es normal», comentó el hombre, que acudió a Riazor desde Cuatro Caminos: «Vengo a veces con el perro. Hay menos gente de la normal, pero sí hay personas haciendo fotos de las olas». Entre ellos se encontraba Silvina Morviducci, que pasó el puente en la ciudad. «Vinimos de Barcelona y no queríamos irnos sin dar un paseo por la zona de playa». Para la mujer, las olas fueron «un espectáculo, que, claro, no hay en Barcelona», apuntó. Ella no fue la única turista que se animó a visitar ayer el paseo marítimo. «Llegamos hoy de Madrid y no sabíamos que había temporal, pero sí que iba a hacer mal tiempo», comentó la ecuatoriana Alexandra Estrella, que se mostró sorprendida por el oleaje: «El mar aquí es muy bravo e impone mucho verlo así. Me parece estupendo que el Ayuntamiento haya cerrado las playas, ya que hay que tener cuidado porque es peligroso acercarse demasiado».
Sigue la alerta naranja
El espectáculo del Atlántico seguirá, ya que hoy se mantiene la alerta naranja en el litoral con olas de 6 a 8 metros y rachas muy fuertes de viento, con intervalos de fuerza 8. El viernes la alerta pasa a ser amarilla y la situación mejorará en el mar y las olas no superarán los cinco metros, con vientos de fuerza 7. Hasta ese día los acceso a los arenales permanecerán cerrados.
