La asociación de vecinos de Eirís afirmó ayer que las obras de ampliación del Novo Chuac afectarán en total a 27 edificios, «e non aos 19 que Xunta e Concello levan dous anos dicindo».
Los afectados se reunieron durante las últimas semanas con el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, en una serie de encuentros individuales convocados por el Gobierno gallego.
La entidad destaca que es la «primeira vez» que recibieron información directa por parte de la Administración gallega acerca del proyecto, a pesar de los anuncios realizados estos años.
Según explicaron desde la entidad, las viviendas afectadas son dos casas en la calle Inés de Ben, tres en la avenida de A Pasaxe, ocho en Curramontes y 14 en Castaño de Eirís. Se trata de 27 inmuebles, subrayaron desde la entidad, y de «arredor de cen persoas que quedarán sen fogar». Entre los edificios afectados, además de 26 viviendas, se encuentra la guardería Golfiño, que está dentro del ámbito de la obra.
La presidenta de la entidad vecinal, Mónica Díaz, recordó que ya habían advertido que la cifra de viviendas afectadas superaba la previsión inicial anunciada por el Gobierno gallego y el Ayuntamiento. Díaz añadió que, además de los 27 edificios, las obras también afectarán a «moitas máis fincas», que tendrán que ser expropiadas de forma total o parcial para desarrollar el proyecto. Parte de ellas serán afectadas por la construcción de los nuevos accesos, ya que será necesario ampliar las calles Inés de Ben y Castaño de Eirís.
Doce millones para expropiar
Las propiedades serán adquiridas por la Xunta mediante el sistema de expropiación. Esa operación será financiada por el Ayuntamiento, que de acuerdo al pacto firmado el año pasado, debe destinar 12 millones de euros a las compensaciones. La operación está pendiente de que se aprueben los presupuestos municipales, aunque el pago de esos fondos entre las Administraciones se efectuará en tres anualidades.
Desde el Gobierno gallego se insistió en que se intentará minimizar el impacto y salvar todas las viviendas que sea posible, como también señaló el Ayuntamiento en varias ocasiones.
Las protestas continuarán
Tanto la asociación de vecinos de Eirís como la plataforma de afectados por las obras de ampliación acordaron mantener las movilizaciones contra el proyecto, que consideran «abocado ao fracaso», y que a su juicio no se traducirán en la construcción de una nueva infraestructura sanitaria, sino en «seguir ampliando un hospital sobre un esqueleto (o vello Chuac) que leva anos mostrando que está vello».