María Pita canta por la paz de Ucrania: «Solo queremos ser libres, no nos rendiremos»

caterina devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

27 coros y 450 personas alzaron la voz contra la guerra en una plaza llena

20 mar 2022 . Actualizado a las 23:36 h.

Lágrimas de emoción, pero también de angustia en el acto que ayer congregó a 27 coros y un total de 450 personas para cantar al unísono al canon de Mozart, Dona Nobis Pacem, para pedir el fin de la guerra en Ucrania en una plaza de María Pita, que congregó a cientos de ciudadanos.

Al acto, que comenzó poco después de las ocho de la tarde, no faltaron ucranianos residentes en A Coruña como Natalia Kondriski, que tiene a su familia en Jersón. «Están vivos», dijo la mujer, que no puede contener el llanto al hablar de su país natal. Para ella es fundamental que la población entienda que «cuando se ve un edificio arder, dentro están personas muriendo quemadas». Porque el horror de la guerra, como apuntó también Masha Pavlenko, «es mucho peor de lo que imagináis. Aquí vemos una parte, pero lo que están viviendo allí es mucho peor. El ejército ruso no tiene escrúpulos. Están machacando a la gente. Solo queremos ser libres, no nos rendiremos».

Sobre los coruñeses, Masha quiso agradecer las muestras de apoyo: «Los refugiados que llegan me preguntan por qué la gente los ha acogido, por qué les dan comida. Que si es porque el Gobierno les paga o les da ayudas por eso. Les explicó que no, que es por solidaridad. Tenéis un corazón enorme», apuntó. Viktoria, ucraniana recién llegada, también quiso aprovechar la ocasión para dar las gracias y recalcar que la situación en Ucrania es muy dramática. Lo hizo en ucraniano y sus palabras fueron traducidas por Masha: «La pasada noche no pude dormir porque estaba escuchando el audio de un soldado ruso hablando con su mujer. Le contaba cómo disparaban a coches de civiles, cómo entraban en las casas a robar y cómo había soldados que violaban a chicas. Su mujer se reía y le decía: ‘se lo merecen’. No son humanos, son monstruos».

Igualmente, Natalia Afonina, presidenta de AGA-Ucraína, animó a los presentes a seguir aportando donaciones. «Con cada camión que sale se va una parte de mi corazón, y del vuestro, porque con eso se ayuda a mi hijo, de 23 años, que está en Ucrania. Se ayuda a mi amiga Marina, que esta en Jersón, ciudad asediada por los rusos. Se ayuda a mis amigos, que resisten protegiendo Kiev. Así que no dejéis de ayudarnos». Precisamente, ayer salió de la sede de la entidad, en Pocomaco, el tercer camión de ayuda humanitaria, y el lunes partirá otro. «Serán pagados por las María Elena García Feíto S. L. y Galitrans», explicaron desde la asociación.

Para finalizar el acto, Vika, Zhenia y Miroslava cantaron el himno de Ucrania con la ayuda del cantautor coruñés Pablo Bicho. Lo hicieron, como si de un concierto se tratara, bajo la iluminación de las linternas que los allí congregados no dudaron en encender. Porque, como dicen, mientras haya luz, hay esperanza.