«La cuenta atrás»: una mirada en viñetas a la catástrofe del Prestige

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La obra tiene guion de Carlos Portela y dibujo de Sergi San Julián

13 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las novedades editoriales que más expectación ha generado en el salón del cómic coruñés Viñetas desde o Atlántico es La cuenta atrás (ECC), una novela gráfica con guion de Carlos Portela y dibujo de Sergi San Julián que vuelve su mirada hasta la catástrofe del Prestige, cuando se cumplen precisamente 20 años de la misma. Es una obra poco complaciente, dura, pero necesaria que se edita simultáneamente en gallego y castellano y que cuenta con un prólogo de Manuel Rivas y un epílogo de Miguelanxo Prado.

La historia de este cómic es tan compleja como la del juicio del Prestige. La primera parte de la obra se editó cinco años después de la catástrofe, pero no ha encontrado continuación hasta ahora: «Realmente la segunda parte se terminó un par de años después. Pero hubo una serie de condicionantes personales que lo retrasaron todo hasta ahora, que encontramos una editorial que le daba el cariño que merece. Además, era el momento oportuno, al cumplirse 20 años», explica el ilustrador Sergi San Julián, catalán que ha podido aprovechar esa circunstancia para imprimir cierta distancia en el abordaje de una historia cargada de sentimientos: «Mi punto de vista está reflejado a través de los ojos de uno de los personajes, una cooperante catalana que es espectadora atónita de todo lo que sucede. Yo no puedo venir desde fuera a decir cómo se tenían que haber hecho las cosas. Eso ya se ha encargado de hacerlo Carlos Portela. Pero creo que hemos plasmado bien ese descontento que se vivió en Galicia y ese deseo de venir a ayudar».

Y lo hace, pero sin caer en la tentación de limitarse a un mero ajuste de cuentas o de señalar de manera maniquea quiénes fueron los buenos y quiénes los malos. «Ninguno de los personajes que salen en el tebeo queda retratado como un villano ni como un santo. Es una historia que está llena de errores, y eso es parte de su encanto. No creo que existiese en ningún momento maldad en estado puro, pero sí muchas equivocaciones, muchas malas decisiones. Pero creo que algo se ha aprendido. Si vuelve a pasar algo así todo será muy diferente», relata el dibujante.

Todos son Caldelas

La acción del cómic discurre en Caldelas, pueblo ficticio que coge infinidad de referencias de localidades de la Costa da Morte, sin identificarse totalmente con ninguna: «Me empapé de la arquitectura local, pero sin coger ningún elemento concreto, que no hubiese una plaza reconocible, para ser lo más ambiguo posible. Puedes identificarla con Muxía, pero queríamos que fuese más universal, sin señalar a nadie. Esto podía haber pasado en cualquier lugar con costa», razona San Julián, que ratifica la necesidad de una obra como esta, porque no había nada. «Es la primera obra de ficción del Prestige que se hace, y eso no deja de sorprenderme. Ahora, por fin, ya habrá algo en las bibliotecas», añade.