Jaume Sanllorente, fundador de Sonrisas de Bombay: «Los ciudadanos pueden ayudar a combatir la trata»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Jaume Sanllorente en una guardería de la India
Jaume Sanllorente en una guardería de la India

El NH Finisterre de A Coruña acoge el día 12 un cóctel solidario a favor de la oenegé

08 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El hotel NH Finisterre de A Coruña acogerá el domingo día 12 la tercera edición del Cóctel Solidario de Sonrisas de Bombay. Se trata de un evento organizado por el grupo de voluntariado de la fundación en Galicia el que el director de la entidad, Jaume Sanllorente, conversará con la periodista de La Voz Sofía Vázquez sobre los desafíos y los retos conseguidos. Además, durante la jornada habrá actuaciones como la del mago Brunetti o la del grupo The Muppets Rock Covers. Las entradas para asistir ya están a la venta en la propia web de la oenegé con un precio de 45 euros para adultos y de 25 para menores de 12.

—¿Cómo empezó el proyecto?

— Y era periodista, trabajaba en prensa económica y durante un viaje a la India hace 19 años visité un pequeño orfanato que estaba a punto de cerrar. Dejé mi trabajo y me planté allí para impedirlo. Por suerte, pudimos hacerlo y esos 40 niños ya son adultos con una vida brillante. En estos años hemos dado posibilidades de futuro a 10.000 personas.

—¿Por qué Bombay?

—Fue al azar, Bombay me eligió a mí. Los inicios fueron duros, es una de las ciudades más caras para vivir. Igual una chabola son 400 euros al mes y una familia gana 30. Al final, la pobreza para hacer frente a eso los lleva incluso a vender a una hija.

—En la charla hablarán de sus desafíos, ¿qué puede avanzar?

—En los últimos años trabajamos mucho para combatir la trata de seres humanos. Hace cinco años colaboramos en un burdel de Bombay en una operación en la que colaboramos con la policía. El problema no afecta solo a la India, también a Bangladés o a Nepal. Entonces, lo que hacemos es aprovechando los contactos labrados en estos años trabajar de forma fronteriza. También en operaciones en España.

—¿Cómo está la situación aquí?

— En España hay muchísima trata, no solo para fines de explotación sexual, también laboral. A veces, el límite es muy fino y saber si una persona está sufriendo este abuso por parte de su jefe, porque le ha quitado su pasaporte y la tiene retenida, es difícil. Esto ocurre también en ámbitos laborales como un supermercado, no solo en un contexto de prostitución, que es lo más conocido.

—¿En qué zonas de España centran su trabajo?

—Gran parte del equipo está en Asia y es donde estamos más activos, pero en España nos centrados en la zona de Cataluña y Madrid por practicidad, ya que es donde tenemos más presencia, pero diría que la problemática se extiende por todo el país.

—Por su labor ha sido objetivo de las mafias, ¿cómo lo vivió?

—Sí, tuve que tener escolta varios años, pero llevo ya tiempo sin ella. Evidentemente, tiene s miedo, pero nunca me ha preocupado excesivamente. Es un riesgo que forma parte del trabajo.

—¿Cómo puede el ciudadano colaborar desde aquí?

— Nos movemos mucho a través de denuncias de los ciudadanos. A veces podemos ver situaciones sospechosas a nuestro alrededor, mismo en un avión o en un hotel y, según el contexto, puede estar relacionado con la trata. En ocasiones, por falta de tiempo o para no meternos en un lío, no ponemos una denuncia, pero esa demanda puede ayudar. Entonces, invitamos a todo el mundo a estar atento, es mejor hacer algo el ridículo, en el caso de creer que pasa algo y que no sea así, que perder la oportunidad de entregar a un delincuente a la policía.