Las empresas ya reclutan a los estudiantes de 3.º de informática en A Coruña

M. Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Alumnos en la Facultade de Informática
Alumnos en la Facultade de Informática MARCOS MÍGUEZ

Los alumnos imponen sus condiciones y las empresas consienten mientras la matrícula femenina sigue hundida en el 18 %

07 ago 2023 . Actualizado a las 18:49 h.

Las universidades no dan abasto para formar tecnólogos al ritmo frenético que piden las empresas, sentenciadas a digitalizarse o morir. En la Facultade de Informática de A Coruña 1.829 estudiantes se aplican este curso para ser capaces de «resolver cualquier problema que sea difícilmente abordable por un cerebro finito como el del ser humano», tarea que según el decano del centro, Mariano Cabrero, encierra la esencia de la ingeniería informática, la ciencia de datos o la inteligencia artificial, los tres grados que se imparten en Elviña.

Los alumnos no tienen que esperar a las prácticas curriculares de cuarto para saber en qué consiste el cometido. «Depende de si el estudiante es más proactivo o menos, pero en el segundo cuatrimestre de tercero si quieren ya están trabajando, con lo que saben, porque no es el puesto más deseado, pero ya pueden empezar», explica Cabrero, que advierte que «es muy duro para ellos, no es lo recomendable», por mucho que las empresas, dispuestas a hacer concesiones si así retienen a los que en un par de años serán profesionales titulados, los tienten con condiciones impensables en otros campos.

«Los cuidan bastante para que estén contentos y cómodos. No tanto con salarios altos como con buen horario, flexibilidad o teletrabajo. Los propios estudiantes se han vuelto más exigentes y ponen más requisitos encima de la mesa. Saben cómo está el mercado, saben que si no los cogen en una empresa habrá otra que los esté esperando y juegan con eso. A ver cuánto dura», deja caer el decano.

Pero el filón no es tal. Informática no ha resuelto su mayor desafío, la falta de mujeres. Sólo el 18 % de sus estudiantes. «Nos hacen falta vocaciones entre las chicas, que sus familias y sus círculos más íntimos las animen», pide Mariano Cabrero.

El grado más antiguo, Enxeñaría Informática, no superó este curso el 13 % de matrícula femenina. Desde su implantación en el 2010 la media sigue hundida en el 12 %. Es el título más masculinizado. En Ciencia e Enxeñaría de Datos, que despide a su primera promoción, el 37 % son chicas, y en el 2021 llegaron a ser el 47 %. Y en Intelixencia Artificial, abierto en septiembre, la relación es de 70 varones por 30 mujeres. «Son las ingenierías las que fallan —sostiene Cabrero—. En las titulaciones que empiezan por esa palabra el porcetaje de alumnas se desploma».

El master de Computación de Altas Prestacions tiene una alumna rodeada de 18 hombres. En Bioinformática para Ciencias da Saúde, en la órbita de los cuidados, ellas superan el 50 %.