El ministro de Universidades confía en que el adelanto electoral, una decisión «acertada», dijo, no afecte al desarrollo sustancial de la nueva ley en vigor
01 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El ministro de Universidades, Joan Subirats, estima que la Universidade da Coruña (UDC) está «especialmente bien situada» para responder al cambio de época que imponen la digitalización, la crisis ambiental y los retos sociales. «Las universidades, que son una institución secular y centenaria, tienen que ponerse las pilas y yo que soy universitario de toda la vida confío en su capacidad de adaptación, sobradamente probada a lo largo de los siglos», señaló el ministro al término de una reunión de trabajo con representantes de la comunidad de la UDC.
Subirats destacó la posición «especialmente significativa» de la institución coruñesa, gracias a su apuesta, «muy fuerte», en el ámbito tecnológico, y aludió expresamente a la Cidade das TIC y la Aesia por la «oportunidad magnífica» que brindan a la universidad en su vertiente formativa, «pero también de innovación, y al cambio de las empresas, todas ellas abocadas a ponerse al día», apuntó.
A Coruña ha entrado en la ronda de visitas del ministro al medio centenar de universidades públicas españolas, que se interrumpirá antes de lo previsto por la disolución de las Cortes. «A lo mejor no tengo tiempo de visitar las 50», señaló Subirats sobre el adelanto electoral, una decisión «acertada» de Pedro Sánchez, que «hará decaer muchas normas», pero difícilmente la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), vigente desde abril, aunque pendiente de decretos «como el de doctorado, que podremos aprobar», el de acreditaciones o evaluaciones. Cambiar una ley orgánica «no es tan fácil», advirtió el ministro sobre un eventual cambio de gobierno, ya que se necesita mayoría absoluta. «Ya veremos quién gana las elecciones y si hay voluntad de cambio», concluyó, confiado en que el resultado de las generales no arriesgue el desarrollo de la LOSU.
Dos novedades de la ley centraron su comparecencia ante los medios. Por un lado, las microcredenciales, cursos de corta duración con certificación universitaria «apilable» con los que podrán experimentar las universidades durante dos años y que responden a la necesidad, ya atendida en países europeos, de formar a trabajadores, sea cual sea su nivel académico, para adquirir nuevas competencias demandadas por las empresas. Y en segundo lugar, los doctorados industriales, una nueva modalidad que ofrece a los doctorandos trabajar un año en empresas y tiene su fundamento en el déficit de transferencia de las universidades españolas —no así de investigación de calidad—, pendiente de resolver, sentenció el ministro en uno de sus últimos actos tras anunciar que dejará la política después de las generales.