La dificultad para encontrar piso en A Coruña aúpa las residencias: «Para irme a un zulo, me quedo aquí, y con calefacción»
A CORUÑA

La demanda en estos centros crece respecto al pasado curso: «Las inscripciones subieron un 16 %, colgaremos el cartel de completo»
11 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«¿Sabes ese edificio alto que acaba en picos en la avenida da Sardiñeira? Ahí viví», cuenta Pedro Pazo. Este estudiante de Socioloxía de la Universidade da Coruña (UDC) pasó su primer curso en uno de los barrios más populares entre los universitarios, Os Mallos. De Ponteareas, el segundo año optó por una residencia y la alternativa lo ha convencido. «Este verano ya no busqué. Muchos compañeros de la residencia dijeron que para septiembre se iban para un piso, pero la mayoría no encuentran», apunta Pedro, que es portavoz de los moradores de la única residencia pública de A Coruña, la Elvira Bao, que pertenece a la UDC.
La dificultad y los precios para encontrar una vivienda son una realidad de sobra conocida por los estudiantes que vienen de otros puntos de la comunidad para formarse en A Coruña. «Tengo amigos buscando desde abril. Para irme a un zulo, en un quinto sin ascensor, con una cocina de los 50 y pagar 200 euros, para eso, me quedo en la residencia, que tengo calefacción, personal de seguridad por las noches, la tranquilidad de que el casero no te puede subir el precio de repente y muchos compañeros para socializar», dice Pedro Pazo.

Talón de Aquiles
Cuando a él le tocó compartir, entre la mensualidad y los gastos de suministros e Internet, cada mes se iban unos 300 euros. En la residencia pública, como tiene beca, la cuota de su habitación individual fue de 220 euros. Él no tenía comedor, otros 226 euros más. «El talón de Aquiles de esta residencia es que no tiene cocina. Eso echa a muchos para atrás, tirar de táperes. Para el próximo curso estamos negociando optar a solo comida (sin desayuno ni cena) y que te descuenten los días que no estás. Una opción más asequible que la actual», adelanta. Para el 2023-2024, las tarifas van a subir, pero «quedarán compensadas», asegura, con el incremento anunciado de las becas.
En el caso de la residencia pública, apuntan desde la UDC, todavía quedan estancias. El plazo para optar a una de sus 108 habitaciones termina este viernes. En el curso pasado colgaron el cartel de completo y todo apunta a que este verano comuniquen lo mismo. Para los que no consigan aquí un cuarto, está la alternativa de las residencias privadas. «En cuanto a la demanda, efectivamente, ha aumentado un 16 % en relación con el año anterior por estas fechas, así que se nota un repunte», indican desde Siglo XXI, una de las cuatro residencias privadas. Aquí aún hay huecos, pero las tarifas van los 605 y los 864 euros.
«En este curso no notamos diferencia respecto a otros años, la verdad es que siempre tenemos todo completo», apuntan desde la residencia Rialta, junto al campus de A Zapateira. Es la más grande de Galicia con cerca de 600 plazas. En cuanto a los precios, indican desde el centro que pertenece a la Fundación María José Jove, «se han actualizado con el IPC». Sus tarifas van de los 307 euros a los 850.
«La residencia no es la opción más popular. En un piso tienes la sensación de independizarte. Gestionas tus gastos, tu cuarto, tu comida... pero no hay para todos», asiente Pedro. «Menos de 350 euros por persona, es difícil uno en buenas condiciones», destaca. La mayoría están concentrados en barrios concretos, «hay alguno suelto por Riazor, pero ya son más caros», desliza. En efecto, en portales como Idealista se ofrecen habitaciones desde los 150 hasta los 550 euros. El objetivo de Pedro es que, de sus padres, «no salga apenas nada de dinero, cubrir los gastos con la beca». Como consiguió ya este año.
Solo una pública y cuatro privadas: de 119 euros a rozar los mil, los dos polos de esta alternativa habitacional
En la capital herculina, los alumnos de la Universidade da Coruña (UDC) pueden elegir entre pernoctar en piso de estudiantes o en una residencia. En la ciudad hay una pública y céntrica, la Elvira Bao, con 108 cuartos y tarifas de los 119 a los 275 euros sin incluir comedor, un servicio que duplicaría el coste.
La oferta se completa con cuatro privadas, la mayoría a las afueras. Aquí los precios suben. En algunas, la modalidad más básica no baja de los 600 euros, sin limpieza ni comedor. En otras, las mensualidades rozan los mil euros por estudiante.