Flor Piñeiro, diseñadora de interiores: «Inditex ha creado un ecosistema de gente a la que le gusta el diseño»
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A CORUÑA
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Una casa te tiene que transmitir «ganas de estar en ella», explica la decoradora
22 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Si los espacios que decora Flor Piñeiro hablasen, sonarían a desconexión, confort y serenidad. Son las tres premisas que persigue esta diseñadora de interiores criada en Ourense, pero coruñesa desde su etapa universitaria en Arquitectura Técnica. Pronto se dio cuenta de que lo que le gustaba era el diseño, así que estudió interiorismo y, tras muchos años trabajando por cuenta ajena en el sector del mueble y la decoración, se decidió por fin a lanzar su propia firma. Y no le está yendo nada mal.
—¿Hacia dónde va el diseño de interiores?
—Han surgido nuevas necesidades. Las casas son más pequeñas, pero no por ello menos agradables. Los muebles han decrecido en tamaño y son cada vez más versátiles. Proliferan las camas abatibles para aprovechar el espacio. Los ambientes tienen que ser multifuncionales.
—Su sector se ha democratizado bastante, ¿no cree?
—Eso es un hecho. Cualquiera hoy en día se lo puede permitir. Es cierto que Ikea ayudó mucho, en A Coruña sobre todo, pero también la pandemia e Inditex.
—¿Inditex marca tendencia?
—Inditex ha creado un ecosistema de gente a la que le gusta el diseño. Supongo que esto sucede a nivel global, pero en A Coruña es algo que ha ayudado mucho a cambiar esa mentalidad. Creo que Inditex ha elevado el nivel del diseño de interiores en A Coruña. Yo soy de Ourense y esa mentalidad en Ourense no la hay. Lo que pasa en A Coruña no pasa allí. He tenido muchos clientes de Inditex y todos siempre con un cierto gusto.
—Pero el auge del diseño de interiores va más allá.
—Sí. En los últimos años se presta más importancia a la decoración ya no solo por la globalización de Internet; el covid ha supuesto un antes y un después en nuestro sector. La gente se ha dado cuenta de que el sofá era incómodo y el colchón había que cambiarlo. Además, empezamos a meter la naturaleza y la luz en casa.
—¿Cuál es la estancia de una vivienda que más disfruta decorando?
—El salón, porque da más juego.
—¿Qué cosas nunca pondría como diseñadora de interiores?
—Odio las piezas demasiado recargadas o esas mesas de centro especialmente repujadas. Todo eso me chirría bastante. Si puedo no lo pondría nunca.
—La cortina es un tema.
—Sí, la cortina es un tema. Soy muy de poner visillo natural, sobre todo el lino, y como mucho, jugar con zócalos o trabajar un poco la tela con un vivo o un detalle diferente. Que tamice la luz y dé privacidad, pero no cargue. Y los bandós me parecen horribles.
—Ante la duda, ¿sencillez?
—Siempre. Y en todo. La sencillez te da el poder equivocarte. Luego ya lo recargarás.
—¿Mejor que sobre o que falte?
—Vamos hacia una tendencia de maximalismo orgánico.
—¿Cómo hay que pintar ahora las paredes?
—De color arena. Es un básico.
—¿Y qué color vamos a ver más en general esta temporada?
—Los verdes pardos, los naranjas quemados, los azules eléctricos y el rosa palo.
—Cada color con su apellido, por supuesto. Oiga, ¿alguna vez se ha negado a trabajar en un espacio porque era tan feo que no tenía solución?
—La verdad es que no [Ríe].
—¿Nunca dice no a nada?
—Lo haré cuando no me sienta alineada con el cliente, pero no por el espacio. Si no fluye, es mejor decir que no.
—¿Un recurso infalible?
—Me encantan los papeles pintados. Y vuelven las paredes con textura y las molduras.
Decora tu vida y la suya: Flor Piñeiro (Ourense, 1974) se considera más interiorista que decoradora, pero tanto realiza reformas integrales del hogar como proyectos dirigidos a convertir una o más estancias en un ambiente con estilo. «La parte final de vestir una casa me encanta, pero me ocupo de todo el proceso», afirma.
«El error más común son esas paredes llenas de fotos familiares en medio del salón»
La interiorista coruñesa Flor Piñeiro afronta cada proyecto como si fuera su propia casa. «Siempre pienso en lo que me gustaría para mí, pero adaptándome al estilo del cliente, por supuesto», explica.
—¿Cuál es el error más común que observa en las casas de la gente?
—La falta de coordinación mezclando objetos y muebles sin estilo y esas paredes llenas de fotos familiares en medio del salón. Son fotos que deberían estar en zonas íntimas, como el dormitorio.
—¿Y qué pasa con las tiras led de colores en la habitación?
—¡No puedo con esas luces [risas]! No me gustan las discotecas en casa. O las tiras de halógenos seguidas. Que enciendes la luz y parece que estás en un aeropuerto. Eso no va conmigo.
—Un material al que le tenga especial manía.
—Al terciopelo. Y eso que es tendencia. Pero acabaré poniéndolo.
—¿Cómo era la casa de su niñez?
—Pues bastante bien pensada, pero con muebles clásicos acordes a la época. ¡Y las cortinas eran de terciopelo! [Risas]. A lo mejor me viene por ahí el tema. A mi madre le gustaban los estampados ultra coordinados entre cortinas y cojines.
—¿Cuáles son sus referentes?
—Natalia Zubizarreta y Pia Capdevila. Y The Room Studio.
—¿Un proyecto impresionante?
—La casa en la playa de Malibú de la diseñadora americana Kelly Wearstler. Y la casa Tassel de Víctor Horta en Bélgica, que representa el estilo Art Noveau.
—Por cierto, ¿cuántas casas con su firma han salido en el Yes de La Voz últimamente?
—[Lo piensa] Cinco. Las tengo guardadas y me siento muy orgullosa de que hayan elegido esas reformas supervisadas por mí.