¿Qué sucede cuando un niño dice en casa?: «Soy el único de clase que no lo tiene»
28 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Quince años. Es la edad recomendada por un psicólogo cuyo trabajo acaba de caer en mis manos para que un joven reciba su primer móvil.
Busco otros estudios y encuentro referencias parecidas. En unos casos, 14 años. En otros, la recomendación baja a 13. Pocos teóricos reducen esa cifra, aunque los hay. Los argumentos, muy convincentes, siempre son parecidos: minimizar el riesgo de acceso a pornografía, estafas, apuestas deportivas, pederastia...
¿A qué edad le damos el móvil a nuestros hijos? La realidad es muy diferente: en España, aproximadamente tres de cada cuatro menores de 12 años lo usan, porque la iniciación es anterior: 11 o 10. Y esa realidad está poniendo en un brete a los padres que se esfuerzan (siguiendo el consejo de los expertos en riesgos de la tecnología) por retrasar la entrega del primer teléfono a sus hijos.
Porque ¿qué sucede cuando un niño de 12 años regresa del colegio y suelta esta perla en casa?: «Soy el único de mi clase que no tiene móvil y mis compañeros no me avisan para dar una vuelta por Coruña el fin de semana porque no estoy en el grupo de wasap».
¿Qué hacen ante eso los padres? ¿Perseveran y dejan que su hijo no se integre, que se convierta en un bicho raro para sus colegas? ¿O ceden? Es el empuje del grupo, de esa mayoría aplastante que a los 12 años ya tiene móvil, el que por presión social está marcando la edad de iniciación de los chavales. No son las recomendaciones de los expertos. No. Tampoco las charlas escolares de la policía. Son los propios estudiantes con sus celulares. Una encrucijada.
Por eso algunos países, como por ejemplo Francia, han prohibido el móvil en la escuela (incluido el recreo) hasta los 15. Pero las prohibiciones con los adolescentes... Escaso éxito, sospecho.