Cecebre recibe desde mediados de octubre más agua de la que se consume

A. S. R. CAMBRE / LA VOZ

A CORUÑA

César Quian

El día 31 se abrieron las compuertas tras alcanzarse el 65 % de capacidad. Está previsto que la Xunta proponga en las próximas horas bajar el nivel hasta la prealerta

10 nov 2023 . Actualizado a las 10:43 h.

Cuesta mirar el embalse de Cecebre  y pensar que hasta este viernes no se levantó el estado de alerta. Las últimas lluvias y temporales encadenados provocaron la decisión administrativa. La reunión de la Oficina Técnica de la Sequía estableció la situación de normalidad para Cecebre, al igual que en toda la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa, tanto respecto a la sequía prolongada como a la escasez. 

Si a mediados de octubre el porcentaje de ocupación era de un preocupante 41 %, la situación dio un cambio repentino el día 19 de ese mes. «A partir dese día o encoro comezou a encherse», señala un técnico de Augas de Galicia. «A entrada do río Mero e o Barcés xa tiñan un volume maior que o consumo», añade. Así, a finales de mes el nivel superaba ya el 62 % (llegó a estar al 65), 21 puntos en apenas dos semanas. Pasó una semana más, siguieron los episodios de diluvio pero esta vez el nivel de Cecebre apenas subió un punto. Porque este embalse no debe superar en otoño-invierno el 65 % de ocupación (en verano puede ser un porcentaje mayor), de ahí la apertura de compuertas con una capacidad de 14 metros cúbicos por segundo, una medida que se va regulando según el llenado. Se abrieron el 31 de octubre y desde entonces así siguen. «Mantense unha cota de resgardo de 32-35 puntos por se veñen crecidas e manter a seguridade da presa. Hai unha zona de inundación potencial augas abaixo, como na Telva (allí se ubica la estación de tratamiento de aguas de Emalcsa), onde hai vivendas en zonas inundables», añaden desde Augas de Galicia.

En líneas generales, el embalse de Cecebre es de lenta recuperación (este trimestre está viviendo una situación anómala) y de rápido vaciado. Son más de 500.000 vecinos los que se abastecen de este recinto, con importante demandas de grandes empresas. De ahí las desescaladas graduales desde la alerta. «Pasar de la alerta a la normalidad puede transmitir un mensaje demasiado optimista y debemos recomendar siempre un gasto razonable del agua, la situación de los embalses es muy cambiante», indicaban estos días fuentes de la Consellería de Infraestruturas, de la que depende Augas de Galicia.

Por otro lado, el mantenimiento de la ocupación por debajo del 65 % en los meses de lluvia también obedece a evitar situaciones de emergencia, no ya solo el riesgo de inundaciones en la parte baja, sino por la estabilidad de la propia presa. Emalcsa, la compañía que explota esta infraestructura, renovó en mayo de este año el plan de emergencia de la presa, donde se contemplan cuatro escenarios posibles. Mientras el 0 y 1 obedecen a situación convencionales, las otras dos recogen casuísticas más peliagudas. El denominado Escenario 2 o excepcional recoge un peligro de rotura o avería grave de la presa «sin seguridad de ser controlado con las medidas y medios disponibles». En el 3 o Escenario límite la probabilidad de rotura de la presa es elevada «o ya ha comenzado», por lo que resulta inevitable «la onda de avenida generada por dicha rotura». La presa de Cecebre tiene una altura de 22,5 metros desde la cimentación a la parte más elevada.