Pasar frío en Fin de año es como una ceremonia de iniciación por la que todo el mundo tiene que pasar antes o después
03 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hay una teoría poco empírica, pero de la que no me cabe ninguna duda, que indica que te has hecho mayor cuando te da una pereza mayúscula arreglarte en Fin de año, aunque vayas a salir. Piensas en tacones y te dan sudores. En vestidos, y te mueres de frío.
Hay otra teoría recién descubierta que habla ya del declive total que te golpea cuando entre el postre y las uvas, tu plan es pintar la raya del ojo a la adolescente que sale por primera vez esa noche. Por mucho que presumas de tutoriales que has visto en TikTok, por mucho que conozcas todas las marcas de maquillaje y eso que ahora se llaman «dupes», nada te prepara para darte cuenta de que en esto también eres una vieja. Si no lo fueras, te daría igual usar una cinta adhesiva cualquiera para marcar el borde del ojo, como hacen todas las chicas que no saben lo que son las patas de gallo. «¡Pero cómo vas a usar eso! ¡Por lo menos que sea esparadrapo hipoalergénico!», escuché que decía la señora que habita en mí. Menos mal que me mordí la lengua con el tema de las medias, porque lo de pasar frío en Fin de año es algo así como una ceremonia de iniciación por la que todo el mundo tiene que pasar antes o después.
La raya quedó muy aparente, el maquillaje duró toda la noche, la criatura se lo pasó estupendamente, y aterrizamos en el 2024 como tantas familias antes, esperando a los adolescentes con un ojo abierto. Y con esa sensación de que, a partir de ahora, nos los podremos encontrar en las maravillosas fotos que cada mañana del día 1 de enero, captan los compañeros de La Voz. Las colas de los taxis, las chicas con los tacones en la mano, las caras de frío y de fiesta. Como antes (¿hace tanto?) las nuestras.