Una marea de voluntarios para limpiar de pélets las playas de A Coruña

Lidia Fernández A CORUÑA/ LA VOZ

A CORUÑA

Ángel Manso

Unas 400 personas participaron el sábado en la iniciativa promovida por We Sustainability para recoger los microplásticos en los arenales de Riazor y el Orzán y hoy decenas de personas limpiaron San Amaro

14 ene 2024 . Actualizado a las 14:10 h.

Este domingo se concentraron decenas de personas en la playa de San Amaro. Entre ellas, Navia, Icía y Manuela. Mientras que el sábado dicen que recogieron varias bolsas, hoy fueron pocas las bolitas que tuvieron que retirar. Ayer, al menos 400 personas se inscribieron para participar en la iniciativa de la plataforma de sostenibilidad medioambiental We Sustainability, que organizó la recogida de pélets en la mañana de este sábado. La asociación, que reúne todos los fines de semana a voluntarios para limpiar las playas de los residuos plásticos, congregó a cientos de personas, que a título personal decidieron ponerse las botas de agua y los chubasqueros, y escarbar en la arena en busca de estos microplásticos. «Nosotros hacemos recogidas todas las semanas. Y nunca se presentó tanta gente», comenta Abril, una de las portavoces de la asociación. «Lo máximo que conseguimos reunir un fin de semana normal no supera el medio centenar de personas», admite esta voluntaria, encargada de coordinar los diversos grupos de trabajo repartidos por zonas y actividades. 

Mientras unos se afanaban por llenar cubos de agua, otros revolvían entre la arena y las algas para extraer estos residuos altamente contaminantes para el medio. «Es muy gratificante ver la buena acogida que está teniendo esta iniciativa. Ojalá perdure en el tiempo y la gente se conciencie realmente de la problemática que supone, no solo el tema de los pélets, sino todos los desechos plásticos que tiramos», manifiesta Abril, mientras su compañera, Cova, explicaba al grupo la mejor manera de repartirse el trabajo en una esquina de la playa de Riazor. «Temos xente aquí e tamén no Orzán. Fixemos unha visualización previa e decatámonos de que había máis residuos nesta praia, por iso decidimos ampliar o perímetro de limpeza», explica la voluntaria, destacando la calma que presentaba el mar. «Afortunadamente, as previsións parece que non se cumpriron. Non hai demasiada corrente e o mar está bastante calmo, polo que non notamos unha chegada masiva de microplásticos como se pronosticou nun primeiro momento», reconoce. 

No obstante, esta situación puede cambiar en las próximas horas, ya que el parte meteorológico anuncia la llegada de una borrasca que traerá consigo fuertes vientos y lluvias intensas durante el fin de semana. «Nosotras seguiremos organizando quedadas mientras haya basura en las playas», aseguran ambas coordinadoras, animando a todo aquel que quiera participar a hacerlo. Tal es el caso de Carmen Figueroa, una voluntaria con todas las letras. «Onte estiven limpando as praias de Carballo. Estou en varios grupos de Whatsapp e por aí me entero deste tipo de quedadas», explica. «Para participar tes que cubrir un formulario de Google e aí xa te informan de todas as asociacións que organizan limpezas nas diferentes praias», profundiza. Sin embargo, la tarea no es nada fácil en Riazor. «Nesta area é difícil traballar, porque os grans de area son moi grosos, apenas se distinguen dos pélets», reconoce, guante en mano, removiendo la basura que ha traído la marea. 

Muchos niños limpiando las playas

Pero muchos de los voluntarios que se acercaron esta mañana a las playas se enteraron a través de grupos de trabajo. Así fue cómo conoció Antonio esta iniciativa. Acompañado por su hijo Maxi, de tan solo 9 años, los dos bregaban con los golpes de viento que se llevaban las bolsas con la basura de plástico. «Es importante participar de estas acciones, y educar a los niños en el cuidado al medioambiente», remarcó este padre. Marta Rodríguez secundó sus palabras. Ella se encontraba a un par de metros de distancia con su hija Adela, de 11 años, que trabajaba a un ritmo frenético para recabar la mayor cantidad de desechos. «É fundamental que haxa concienciación para evitar este tipo de situacións», manifestó esta madre, insistiendo en la importancia de inculcar a los pequeños el respeto al entorno. Valeria es otro ejemplo de que los niños son, quizás, los más concienciados con esta catástrofe medioambiental. A sus diez años trabajaba a destajo para reunir los pélets. «He encontrado muchos», declaró mientras sostenía un colador. Por su parte, Mateo Conde y Martín Moreira, de 13 años, se encontraban casi a la salida del arenal con sendas bolsas para recoger los residuos. «Estamos aquí por un trabajo del colegio. Necesitábamos escoger una acción social y optamos por esta porque es importante cuidar la naturaleza», aseguraron los dos muchachos, listos para animar a sus compañeros de clase a tomar parte en estas acciones.

Pero la marea de voluntarios no cesa. Ana Isabel, Adrián y Carlos son solo algunos de los muchos rostros anónimos que se despertaron con la intención de aportar su granito de arena. «Es una tarea difícil, pero si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?», se preguntaban, en una cuestión al aire. «Si las autoridades competentes hiciesen su trabajo, no tendríamos que ser nosotros, los ciudadanos de a pie, los que nos organizásemos para limpiar y recoger estos residuos», se lamentaban estos tres coruñeses, asegurando que «es un trabajo diario, no solo una acción puntual de la que te puedes desentender». Todos ellos reclaman mayor control y medidas preventivas para evitar que vuelva a producirse un desastre medioambiental de esta envergadura.