Arranca la transformación de San Andrés, en A Coruña: «Estamos expectantes, la calle necesita la obra porque está olvidada»

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

En el primer día de trabajos para su renovación se prohibió aparcar en esta céntrica calle

11 mar 2024 . Actualizado a las 21:04 h.

La obra para la transformación de San Andrés en un bulevar y que recupere una imagen similar a la que lucía antiguamente ya está en marcha desde este lunes. La primera jornada se saldó sin contratiempos, pero afectó a las plazas de aparcamiento del tramo que va de Santa Catalina a la calle Sol.

Las primeras horas de trabajos en San Andrés se destinaron al vallado de los espacios anteriormente reservados para el estacionamiento de vehículos, que ahora quedan reservados para el material y las casetas de obra, además de la maquinaria.

La actuación cuenta con un plazo estimado de ejecución de 12 meses y esta fase inicial se prevé que se desarrolle durante todo este mes. Después de Semana Santa se cortará al tráfico el tramo que discurre entre la confluencia con la calle Santa Catalina y la parroquia castrense. Para después del verano quedará la parte que va entre la plaza de Pontevedra y Santa Catalina.

La transformación de San Andrés en un bulevar incluye aumentar el espacio peatonal en detrimento del reservado para vehículos, que quedará limitado a un carril por sentido y sin plazas de aparcamiento, además de la plantación de 80 moreras de Valdeorras y otras especies vegetales y la colocación de nuevo mobiliario urbano.

Se trata de una obra bien recibida por los comerciantes de la zona, que llevan años reclamando una actuación para revitalizar esta calle, que en el pasado fue uno de los puntos más importantes de la ciudad en lo que a comercio se refiere.

«Estoy encantado de la vida. Es una buena noticia para los vecinos, los negocios y para los ciudadanos en general. Es una reforma necesaria que se pide desde hace muchos años y que todos los gobiernos prometían, pero que ahora fructifica», explica Ramón Santos, de la mercería La Crisálida.

Este negocio, fundado en 1942, es uno de los más veteranos de los que tiene San Andrés en sus casi 600 metros de longitud y pasó por distintos puntos de la vía hasta llegar al que ocupa actualmente, en el número 54. Su propietario explica que «siempre» creyó que se iba a «peatonalizar» la calle y que le da «pena que sigan los coches». Sin embargo, se muestra satisfecho con «poder recuperar árboles, verde y espacio para el peatón».

Otros, como O Recuncho do Granel, llevan algunos años menos, aunque los suficientes como para que la espera por la reurbanización se les haya hecho larga. «Llevo nueve años aquí y ya iban a empezar los trabajos cuando llegué, San Andrés necesita la obra porque está un poco olvidada», declara Lupe Ferreirós.

La dueña de este negocio asegura que están «expectantes» debido a que, desde el gobierno municipal, «no informaron mucho de cómo va a ser la obra». «Ahora no se nota todavía, pero a ver dentro de 15 días», indica sobre los posibles problemas que se puedan generar por cuestiones como los cortes de tráfico o las prohibiciones de aparcar. Este último aspecto es uno de los que más preocupan porque actualmente «ya hay poco sitio». «Esperemos que sea lo menos engorroso posible», concluye.

San Andrés se caracteriza en los últimos años por cambios en sus negocios, con algunos que cierran y otros que abren. Uno de estos últimos es Amantis, una tienda y librería erótica que lleva unas semanas en marcha y que considera el proyecto «muy atractivo, tiene muy buena pinta». La duración de las obras es una de las cuestiones que más «expectación» les provoca y esperan que se respeten los plazos.