Josefas, artesanía en cunchas y diseños textiles de Ruanda en O Burgo

D. Vázquez CULLEREDO / LA VOZ

A CORUÑA

Unos setenta puestos llenaron la plaza de Europa con propuestas creativas

17 may 2024 . Actualizado a las 23:37 h.

Culleredo celebra, anualmente, el día grande de las letras gallegas con una propuesta que unifica artesanía y cultura. Por eso la plaza de Europa se llenó este viernes con unos setenta puestos en los que primaban, sobre todo, productos textiles para diferentes públicos, pero donde se podían encontrar también desde juguetes infantiles a joyas o pequeñas esculturas.

Allí se pudo ver la propuesta descarada de Jerolas y Josefas. Moda gallega hecha desde Curtis, inspirada en el rural y realizada por Lucía Sánchez y Sofía Renal. Prendas de neopreno reciclado, chaquetones con telas de guarnicionero o chaquetas de ganchillo son algunas de las que comercializan. Lucía resume su apuesta estética como de «aldeana trend» y señalan que proponen «liñas sinxelas, onde os materiais son os protagonistas».

También en la feria se podían encontrar las piezas originales de Nene Son Joyas, que llegó de Compostela para mostrar unos diseños en los que reinterpreta figuras de animales o formas geométricas con clara vocación artística y transgresora. Joyería con latón, aluminio y alpaca que combina con materiales reciclados.

En un puesto cercano estaba Ángel Gómez, de Devalo, un artesano de Vilaboa, con múltiples propuestas realizadas con cera de sus abejas, que tiene repartidas entre Culleredo y la Ruta da Auga en Guitiriz. «Vendo todos os produtos relacionados coas abellas, dende o mel, a xelea real ou o propóleo», comentaba, reconociendo que parte de su mercado está en internet.

Salida profesional

A falta aún de tienda física, también muestra por las redes sus propuestas María Cubeiro, que llevó a O Burgo sus diseños textiles bajo el paraguas que le da pertenecer a Artesanía de Galicia. Esta emprendedora, que compagina la artesanía con su academia de inglés en Cambre, fue de las que aprovechó el confinamiento para explorar su vena creativa. «Empecei para entreterme no confinamento, primeiro a facer as máscaras, non sabía nin coser a máquina e chamaba a miña nai por videoconferencia cando tiña un atranco», reconocía con sinceridad junto a puestos en los que destacaban joyeros en tela, porta-tartas, bolsos o infinidad de neceseres y saquitos, bajo la marca Pasamarela.

Como sacada de otra época era la propuesta de Artesanía en Cunchas. Al frente, Juana, una artesana de Muros que muestra distintas propuestas de cajas decoradas con conchas y figuritas de santos metidos en zamburiñas. «Levo dez anos vindo», explica, asegurando, con sorna, que «para como está o mundo, aínda se vende». La clave, según ella, está en que «non che saen imitadores polo traballo que leva». Su presencia en este tipo de ferias las compagina con obradoiros infantiles, con mucho tirón, relata.

Entre los puestos destacaba el colorido de Jabes71 Artesanía Textil, en donde Berta Mukarukaka, de Ruanda y residente en Cambre, mostraba sus propuestas realizadas con telas africanas, en las que destacan sudaderas, bolsos y complementos. «Me mandan las telas y confecciono», comenta. Junto a ella, imposible no ver los sombreros con setas y animales marinos de Miña Terra, una firma que apuesta por bolsos, complementos y moda sostenible desde A Coruña.

Este mercado artesano estuvo animado por la música y baile tradicional de la Asociación Cultural Catalmibre y de la Agrupación Folclórica Ancoradoira, además de por el espectáculo de Caxoto.