La huelga en A Coruña empieza a minar al STL: 30 afiliados menos en una semana

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Valoriza (en la foto, un grupo de trabajadores en la avenida de Oza) empezó ayer a recoger también en horario de tarde
Valoriza (en la foto, un grupo de trabajadores en la avenida de Oza) empezó ayer a recoger también en horario de tarde CESAR QUIAN

Las sanciones de Prezero desatan una cascada de bajas en el sindicato de la basura

06 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La huelga de la basura cumple 44 días con los huelguistas en desbandada. El cierre de filas que el STL pidió a los suyos en junio para sostener el conflicto en el tiempo ha declinado en un insuperable sálvese quien pueda. Entre 30 y 40 trabajadores, según distintas fuentes, se han dado de baja como afiliados del sindicato en la última semana. «Nosotros tenemos constancia de 3», señaló ayer un portavoz de la organización que dirige Miguel Ángel Sánchez.

«Aparte de los que ya están fuera —algunos de ellos bastante antiguos en la empresa—, hay más trabajadores organizándose en grupos para no darse de baja de uno en uno. Aún hay mucho miedo», afirma un hombre que apunta dos motivos para explicar el abandono. «Primero, ellos no están de acuerdo con todo esto, con salir a trabajar para que no les descuenten de la nómina y andar dando vueltas o volver a la base porque se agotó el agua del limpiaparabrisas o se soltó un cable. Y segundo, quieren evitar a toda costa que los sancionen. Fuera del STL, ya no tienen que seguir ninguna directriz que los comprometa», añade la misma fuente. 

La respuesta categórica de la dirección de Prezero, que desde el 24 de junio ha despedido a cinco personas y expedientado a medio centenar, ha quebrado la unión de la plantilla, a la que insistentemente apela el cabecilla, investigado por cobrar presuntamente mordidas a cambio de puestos de trabajo. «Se están dando casos de gente que vuelve de cumplir los días de suspensión de empleo y sueldo y van directos a los encargados a pedirles que los metan en equipos que funcionen con normalidad y no en los que hacen el maula. No quieren arriesgarse», señala otro empleado.

A sabiendas de que el STL daba a sus afiliados consignas para «ir a trabajar pero sin trabajar», la concesionaria publicó hace varias semanas una circular en la que invitaba a todos aquellos que quisieran salir en equipos seguros a comunicarlo con plenas garantías de confidencialidad. La convocatoria surtió efecto.

«Hubo mucha gente que se sumó y la mayoría ya está trabajando a ritmo normal. Quedan solo los acérrimos del STL o los que tienen intereses porque familiares suyos aspiran a un contrato temporal o a pasar a indefinidos», indica. Y augura: «Esta semana la ciudad queda limpia».