Las rimas del poeta sonaron bajo el monumento de Asorey
11 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Academia Galega de Belas Artes, las agrupaciones culturales Alexandre Bóveda y O Facho, Amigos dos Museos y Cántigas da Terra conmemoraron este sábado el 90.º aniversario del monumento a Curros Enríquez, que desde 1934 vigila Méndez Núñez por obra y cincel del maestro Asorey.
A los pies de la monumental pieza, la más alta dedicada a un poeta, se recitaron algunas de sus rimas y sonaron las gaitas de Cántigas en un emotivo tributo al autor y a su homenaje en piedra, un conjunto presidido por la figura granítica de 3,30 metros de altura del autor de Celanova al que la ciudad nombró poeta de A Coruña en 1904, cuatro años antes de tributarle el más multitudinario entierro que se recuerda. Las crónicas de la época hablan de comercios cerrados, crespones en las ventanas y 40.000 personas siguiendo el cortejo fúnebre.
Las gaitas de Cántigas na Terra y «No bico un cantar» ante el «altar da patria»
Do mar pola orela mireina pasar, na frente unha estrela, no bico un cantar, el poema que Curros dedicó a Rosalía de Castro, fue el canto principal de la celebración. Pero no fueron los únicos versos de la jornada. La historiadora Carmela Galego recitó Pola unión —Galegos que me escoitades, que a verme vides hoxe, de eiquí non marchades sen face-las amistades!— y, tras la música del coro y el aplauso de recuerdo a Pepe Taboada, músico y cofundador de Millo Verde fallecido la semana pasada, dio paso al académico Felipe Senén. «Fai noventa anos a tal hora nun día como hoxe inaugurouse este altar da patria que temos detrás», recalcó el también arqueólogo e historiador.
Senén valoró la cuidada composición del monumento, con Curros avanzando un paso al frente con su «lira de ferro» y, tras él, «vaille seguindo quen coidou das tradicións: o pobo galego». Lamentó también los «lavados a chorro» que, aseguró «pulen o monumento» y difuminan también la firma del escultor al que este 2024 se le dedicó el Día das Artes Galegas.