El sinvivir de los vecinos de O Birloque: «No podemos dormir tranquilos, tenemos miedo»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Calle Birloque
Calle Birloque ANGEL MANSO

Denuncian okupaciones, peleas constantes y graves episodios de drogadicción

27 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos vecinos del barrio de O Birloque denuncian estar viviendo un auténtico infierno. El origen de su agonía está en la okupación de dos inmuebles de la zona y en el ir y venir de gente en un piso que alquilan por habitaciones. «¿Ves lo que estamos pasando?», preguntaba una residente al presidente de la entidad vecinal Monte Martelo, que engloba a As Rañas, O Birloque, Cabana, O Martinete, San Cristóbal y Someso, tras relatarle los hechos. Desde la asociación ya han notificado la situación al Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno.

Uno de los puntos de conflicto es la avenida de Glasgow, 14. «Pensábamos que había okupas en un piso. La hija de la dueña llegó a denunciarlo en la comisaría de Lonzas porque su madre, la propietaria, está en una residencia en Lugo. Después nos enteramos de que otro heredero de la propiedad lo está alquilando por habitaciones», indica una residente en el edificio, que prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a represalias. «Hay niños y gente mayor que casi no salen a la calle por miedo a esa gente. Tengo que convivir con ellos y bajo de casa con temor por si me los encuentro en el descansillo», añade la mujer. Los vecinos denuncian que en el inmueble, situado en el quinto piso, «hay gente subiendo y bajando a cualquier hora del día». Además, desde el edificio apuntan que se producen «broncas constantes» entre los inquilinos y que «se pinchan delante de la puerta, en el pasillo».

La intranquilidad que sienten ha llevado a una vecina a tener «un espray de pimienta» por si la llegan a asaltar. «Sé que no es la solución, pero no me siento segura y no duermo tranquila. Trajeron también unos perros, que no parecen sanos», dice. De hecho, según los vecinos, los canes son los causantes de que se haya extendido entre las mascotas de la zona la denominada tos de las perreras.

Peleas constantes

Ese no es el único inmueble que sufre problemas, ya que en la calle Birloque, en el bloque 3, se han instalado okupas. A ellos vinculan un asalto que se produjo hace días en una vivienda del edificio. «Entraron por la ventana en casa de una señora y se llevaron sus llaves estando ella dentro». Tras notificar el suceso a la Policía Nacional, varios agentes acudieron a la zona, donde hay otra propiedad allanada. En este caso se trata de una vivienda en la sexta planta del número 4 de Mendaña de Neyra. La propiedad fue embargada por el banco a su propietario y actualmente está en venta. «Aquí se asentaron hace poco, unos tres meses más o menos. Se dedican a pelear y tirar cosas a los vecinos y lanzar cosas por el patio. A nosotros nos tiraron una plancha», apunta un residente en el inmueble.

Además, los vecinos manifiestan que son habituales los problemas en los garajes. «Vacían los extintores y se han llevado alguna bici. Como tenemos miedo se ha propuesto en la comunidad instalar cámaras en el edificio», apuntan. Los residentes en el barrio sospechan que detrás de las okupaciones y del aumento de hurtos podrían estar algunas de las personas que frecuentaban el esqueleto de la calle Luis Peña Novo.

El Ayuntamiento sacó a licitación en mayo el derribo de la estructura tras años de quejas vecinales por los problemas de inseguridad que generaba, pero los residentes en las proximidades señalan que de momento la finca sigue sin vallar y que todavía hay gente que pernocta ahí.

Cámaras de seguridad

Desde la entidad vecinal señalan que en las últimas semanas también se han registrado hurtos en coches. Uno de los últimos se produjo en el aparcamiento de un local hostelero en Someso. En esa misma zona también entraron a robar en una cafetería. Tras las denuncias de los afectados, la Policía Nacional ha aumentado su presencia en el barrio.

Piden una respuesta coordinada de los cuerpos de seguridad

Desde la entidad vecinal han puesto en conocimiento de las autoridades la problemática del barrio. Desde la asociación Monte Martelo explican que ya el pasado año denunciaron la inseguridad de la zona. «Entregamos casi 5.000 firmas para pedir más presencia policial en nuestras cales y una solución a los problemas de okupación ilegal y drogas, situación originada, según las reuniones mantenidas con los equipos de seguridad del estado, por una falta notable de efectivos y de equipamiento, ante la que seguimos sin respuesta», apuntan.

Por ello, recientemente han enviado una carta a la subdelegada del Gobierno en Galicia, María Rivas. En ella le narran que en la actualidad son dos los pisos allanados. «Estas últimas okupaciones se llevaron a cabo en los últimos diez días y ya se han presentado denuncias de asaltos a domicilios. Los vecinos alertan de violencia, vandalismo y drogas dentro de sus comunidades y a cualquier hora», exponen.

Desde la asociación indican que ya han dado aviso de los allanamientos a la Policía Nacional, «sin embargo, parece no haber solución posible», lamentan. También recogen que el gobierno local es conocedor de la situación, «pero necesitamos una respuesta firme y coordinada lo antes posible para evitar que se asienten», dicen. «Los vecinos no viven, no duermen y no pueden salir a la calle tranquilos, están bajo su mismo techo», expresan.

Desde el Ayuntamiento manifiestan que la Policía Local, trabajarán en coordinación con la Nacional «para un mayor control y seguimiento del caso».