Cómo tener un retorno a la oficina con confianza y seguridad

Y.G.

A CORUÑA

Yolanda Álvarez, asesora de imagen.
Yolanda Álvarez, asesora de imagen. ANGEL MANSO

Una profesional de la asesoría de imagen puede resultar útil para organizar el armario y aprender a combinar la ropa con gusto, cabeza y coherencia

16 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Septiembre marca el final de las vacaciones de verano y el inicio de la vuelta a la rutina laboral. Después de un período de descanso, muchas personas se enfrentan al desafío de retomar sus responsabilidades diarias y encontrar el equilibrio entre el trabajo y su vida personal. Uno de los aspectos que más se resiente en este proceso es la organización de la imagen personal, un elemento clave para proyectar seguridad y confianza en el entorno laboral.

Yolanda Álvarez, asesora de imagen y estilismo en Asesoracloset.es, explica que septiembre es uno de los meses de mayor actividad para ella. «En esta época tengo más trabajo porque es cuando se produce el cambio de armario y la vuelta al trabajo. Es el momento de crear esos looks más formales, propios de oficina. Además, vestir en entretiempo es más complicado».

Uno de los problemas más habituales que identifica Álvarez entre sus clientes es la falta de previsión a la hora de vestirse por la mañana: «Lo que más destacaría es que se levantan apurados y no saben qué ponerse. Abren el armario y cogen lo primero que ven, como unos vaqueros, porque no han planificado». Para evitar esto, Álvarez recomienda una sencilla solución: la planificación. «Crear el día anterior los looks del día siguiente ayuda mucho. Además, suelo marcarles un calendario semanal basado en las actividades y necesidades que tienen, lo que les ahorra tiempo y estrés».

Otro aspecto que resalta la asesora es la importancia de tener un armario organizado y funcional. «Es fundamental que todas las perchas sean iguales, eso da mucha paz mental. También es clave que cada percha tenga una sola prenda, y que todo lo que tienes en el armario sea visible. Lo que no ves, no te lo pones», comenta. Además, aconseja deshacerse de la ropa que no se ha usado en el último año, ya sea donándola o vendiéndola.

Álvarez también habla de la necesidad de trabajar desde el interior para mejorar la imagen personal. «No sirve de nada disfrazarse», advierte, subrayando que el estado de ánimo influye directamente en cómo nos vestimos. Asimismo, señala la importancia de que la imagen que proyectamos sea coherente con nuestros valores y personalidad. «De nada vale que un cliente tenga valores como la empatía o el romanticismo, pero le guste el estilo roquero. Entonces, no hay coherencia», explica.

La vuelta a la rutina no solo es una oportunidad para reorganizarse, sino también para reinventarse, encontrar el estilo que mejor se adapte a nuestras necesidades y sentirnos cómodos en nuestra propia piel. Como concluye Álvarez, «el resultado es una mejora de la confianza y seguridad en uno mismo».

Los bolsos, las joyas y la bisutería o los zapatos son elementos que permiten convertir el estilismo de oficina en uno que pueda servir también para disfrutar de una cena de negocios o unas copas con los compañeros de trabajo.