Los equipos de salud mental funcionan en el Abente y Lago y O Ventorrillo
24 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Desde ayer mismo, el área sanitaria de A Coruña cuenta con una unidad de primeros episodios de psicosis dirigida a personas de entre 18 y 40 años. Situada en el Hospital Abente y Lago, centro integrado en la red del Chuac, atenderá a aquellos que hayan sufrido un primer episodio psicótico, que suele producirse entre los 15 y 30 años, y no lleven más de tres años de evolución de su patología.
El equipo asistencial lo integran una psiquiatra, una psicóloga clínica y una enfermera, quienes canalizarán la asistencia en cuadros especialmente estresantes para los jóvenes y sus familias. Se calcula que en el área sanitaria se remitirán a este nuevo punto alrededor de cien casos nuevos cada año, afectados para los que la detección y rapidez en la respuesta puede suponer no solo una mejoría rápida de sus síntomas, sino un cambio relevante en el pronóstico de su enfermedad.
La intervención precoz condiciona que los pacientes recuperen la normalidad a nivel familiar, social y laboral, ya que en las psicosis una atención temprana «permite unha significativa minoración no deterioro neurobiolóxico, social e psicolóxico», señalan desde la Consellería de Sanidade.
En la unidad de primeros episodios, los enfermos podrán recibir tratamientos «comunitarios, intensivos, duradeiros e integrais, sen limitarse a unha terapia farmacolóxica», tras la evaluación que realizará la unidad del Abente y Lago, que llevará a cabo no solo una valoración individual del afectado, sino que también desarrollará intervenciones familiares y en grupo con pacientes, además de establecer un sistema de seguimiento vía telefónica.
Mayores de alta complejidad
La puesta en marcha de la unidad de psicosis para jóvenes fue anunciada ayer en el Consello de la Xunta, donde también se informó de otro dispositivo de salud mental que acaba de empezar a funcionar en el área sanitaria coruñesa, una unidad específica de psicogeriatría que inició su actividad la semana pasada, el día 16, en el centro de salud del Ventorrillo. Una psiquiatra, una psicóloga clínica, una enfermera y una trabajadora social prestan desde entonces asistencia a personas mayores de 65 años con enfermedades metales, como demencias, trastornos afectivos o psicosis, cuadros que con frecuencia coexisten con otras problemas médicos, familiares y sociales. De forma específica, esta unidad se centrará en la atención a casos de alta complejidad, ya sea por la propia patología psiquiátrica, por la existencia de comorbilidad médica asociada o por el abuso de sustancias que puedan incrementar el riesgo de suicidio.
Con los mayores, el equipo profesional se encarga de realizar la evaluación neuropsicológica de cada paciente, en algunos casos con valoraciones en el propio domicilio. Además, dirigirá la psicoterapia individual o en grupo, también para las familias, y programará talleres de estimulación cognitiva.
Ambas unidades se integran en las iniciativas fijadas en el plan estratégico de salud mental de Galicia tras el covid, dotado con 83 millones de euros y que, según la Xunta, ha supuesto la contratación desde el 2020 de 241 profesionales. La Administración sanitaria señaló ayer que se trabaja ya en un nuevo plan para la atención de estos trastornos, que han sufrido un incremento exponencial tras la pandemia, para responder a las nuevas necesidades y que implicará la formación de una red de atención psicológica en atención primaria.
100 CASOS AL AÑO
De 18 a 40 años. La unidad de primeros episodios de psicosis para jóvenes con menos de tres años de evolución prevé detectar y tratar a un centenar de nuevos pacientes cada año.