Ricardina Prieto, trabajadora con discapacidad: «Un cliente me pidió 50 hamburguesas Big Mac y 150 nuggets de pollo»
A CORUÑA
Es una de las empleadas más veteranas del McDonald's de Marineda City y recibió el reconocimiento de la dirección
01 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Ricardina sonríe con los ojos. No precisa de muchas palabras para expresar lo feliz que se siente trabajando en McDonald's. Hoy se ha dejado en casa el reloj que le regalaron sus jefes por su veteranía y buen hacer, pero se presenta súper puntual a la cita. A las cinco de la tarde se sienta en una de las mesas de su restaurante, en el centro comercial Marineda City de A Coruña, dispuesta a contar su historia de superación. A pesar de lidiar con una discapacidad intelectual, para ella no existen las barreras. Risueña pero con carácter, se ha ganado a pulso convertirse en la entrenadora de los nuevos empleados de la firma. Una curranta del fast food que domina el arte de la hamburguesa y es la mejor compañera, siempre dispuesta a ayudar.
—¿Cómo entró a trabajar en McDonald's?
—Empecé en el año 1996 en el McDonald's de la calle Real. Entré a través de una asociación que ayuda a la gente a buscar empleo [se refiere al programa de inclusión laboral del Consorcio As Mariñas]. Tengo una discapacidad del 67 %.
—¿Ha habido muchas barreras que superar por el camino?
—Sí, pero lo que he conseguido hasta ahora, me lo he ido ganando yo poco a poco.
—Se siente orgullosa.
—Mucho. Todo lo que tengo me lo he ganado a pulso.
—¿Cómo ha sido su experiencia como persona trabajadora con discapacidad?
—Estoy contentísima. Aquí me siento como una más. Siempre me han tratado muy bien. Yo también me he esforzado mucho, pero todo ha sido poco a poco, según ellos iban viendo, iba subiendo de nivel.
—¿Se ha sentido apoyada?
—Me han ayudado y me he esforzado. Recomendaría que viniera gente como yo a trabajar aquí.
—¿Qué mensaje le daría a otras personas con discapacidad que estén buscando una oportunidad de empleo?
—Que lo intenten, que luchen por conseguirlo. Que hay muchos problemas para encontrar trabajo entre las personas con discapacidad, pero que no se rindan.
—¿Qué recuerdos tiene de aquellos primeros días de hace 28 años, cuando entró a trabajar en McDonald's?
—Primero empecé con las ensaladas. Al principio solo hacía ensaladas y estuve muchos años haciendo solo eso. Luego pasé a las tinas, tirando y poniendo el aceite nuevo. Fui subiendo de nivel y después ya me pusieron a hacer las hamburguesas. Ahora hago de todo, puedo funcionar en cualquier puesto.
—Además, es entrenadora de los nuevos empleados.
—Sí, soy entrenadora desde el año 2015, que empecé cuando estaba en el restaurante de AGrela.
—¿Cuál es su cometido?
—Formar a los compañeros que se inician en este trabajo. Les enseño a hacer las hamburguesas, los procedimientos en la zona de cocina y en la zona de salón.
—¿Cuál es la hamburguesa que más le piden?
—La Big Mac es la que más sale.
—¿Cuál es su favorita?
—¿La mía? El McWrap, el que es como una fajita.
—¿El pedido más loco?
—Recuerdo el pedido más grande, que estaba yo sola en plancha. Un cliente me pidió 50 hamburguesas Big Mac y 150 nuggets de pollo, unos cinco cubos. Lo saqué todo yo. Me acabaron felicitando cuando terminé de ponerlo.
«He trabajado en casi todos los McDonald's, mi favorito era el de Los Rosales»
El primer McDonald's de A Coruña abrió sus puertas en la calle Real el 21 de octubre del año 1994. Treinta años después, la firma da empleo a 300 personas en sus cuatro restaurantes, ubicados en el Cantón, A Grela, Perillo y Marineda City. Ricardina Prieto (O Grove, 1974) fue una de las homenajeadas, junto a los trabajadores que llevan más tiempo en la empresa, durante la fiesta de conmemoración del aniversario celebrada el mes pasado en el monte de San Pedro.
—¿Cómo ha sido recibir ese reconocimiento por parte del equipo directivo de su empresa?
—Muy emocionante, me gustó mucho y me pareció muy bien que realizaran ese homenaje a los que llevamos más tiempo.
—¿Qué es lo que más le gusta de trabajar aquí?
—En realidad, todo. No tengo ningún problema con nadie. Con mis compañeros me llevo muy bien y con mis gerentes también, así que estoy a gusto.
—¿Cómo ha evolucionado McDonald's en todo este tiempo?
—Pues no le veo mucho cambio. Quizás, le diría que la clientela. Ahora vienen más jóvenes y más familias.
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—¿La hora punta de la burgers?
—Los sábados al mediodía.
—Cuando se va de viaje por ahí con su marido, ¿comen en los McDonald's?
—No [risas]. Quiero mucho a la empresa, pero no [más risas].
—Y de los restaurantes McDonald's que tenemos aquí, ¿cuál es el que más le gusta?
—Pues puedo decir que he trabajado en casi en todos los McDonalds de la ciudad: en el de A Grela, en Los Rosales, en la calle Real, ahora en el Marineda... Mi favorito era el de Los Rosales [cerró en el año 2017, tras 20 años de funcionamiento].