La presencia de la fauna salvaje en el territorio urbano es cada vez más problemática y frecuente por los desplazamientos de estos animales en busca de alimento, lo que está generando el aumento de incidencias por carretera, pero también en Alvedro, donde las aves afectan a los vuelos
19 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El 2025 comenzó en A Coruña con varios accidentes a causa de la presencia de animales salvajes. En Alvedro los pasajeros de un vuelo con destino a Madrid el pasado día 8 tuvieron que esperar más de seis horas para despegar, ya que el avión impactó contra un pájaro en el vuelo que había llegado de la capital. Y casi tres horas aguardaron los conductores que el lunes circulaban por la AP-9 en sentido A Coruña, que se enfrentaron a un atasco de diez kilómetros. El motivo fue el atropello de un vehículo a un jabalí que generó un accidente múltiple. Estos sucesos son solo los últimos de una serie de incidencias con la fauna salvaje como protagonista.
La DGT indica que en el 2024 la provincia sumó 1.465 accidentes con animales cinegéticos. La mayoría, 1.083, jabalíes, lo que se traduce en casi tres siniestros diarios. A Coruña fue la provincia gallega que más impactos con estos animales contabilizó el pasado año, seguida de Ourense (1.057). En total, la comunidad gallega registró 3.767 impactos contra jabalíes y 1.139 contra corzos. La cifra supone un incremento de un 5 % en los últimos 12 meses.
Buscan alimento
La parte positiva es que ninguno de estos siniestros terminó con víctimas. El desenlace más habitual es que el vehículo sufra importantes desperfectos. Desde la Asociación de Talleres de A Coruña (Atreve) dicen no tener datos sobre el número de reparaciones realizadas a causa de choques contra estas especies, pero aseguran que los hay «frecuentemente». «Siguen ocurriendo más en zonas rurales», señala Alberto Casteleiro. Sin embargo, el riesgo de padecer uno en el área urbana es cada vez mayor. Desde la Xunta indican que «a presenza do xabaril fóra do seu hábitat é unha realidade na que hai que buscar un equilibrio a través da adopción de diferentes medidas de xestión e control». Detrás de sus paseos por zonas urbanas estaría la búsqueda de alimento al no hallarla en el medio rural. Además, colectivos animalistas aluden a que «la propia caza aumenta los accidentes porque se les ha dejado sin sus pasos y se mueven, sobre todo si se los asusta con disparos».
Estos animales han sido vistos circulando por diferentes zonas de la ciudad, causando destrozos en zonas verdes. Una de sus últimas visitas fue al parque de Bens, donde provocaron daños.Desde el Ayuntamiento piden a la Xunta que ejerza más control, ya que «teñen as competencias en canto ao control da fauna». Desde el Ejecutivo autonómico subrayan que «o Concello é o único responsable do mantemento das súas áreas urbanas e periurbanas». Pese al desacuerdo, ante el incremento de estas especies, en el 2023 las dos Administraciones firmaron un acuerdo de colaboración que se materializó con la colocación de seis jaulas trampa en noviembre de ese año. Fueron retiradas sin que se realizasen capturas y tras interceptar a los jabalíes en otros puntos. «Desde entón, o Concello non volveu solicitar á Xunta a instalación de gaiolas», indican desde el Gobierno autonómico, que también las instaló en Arteixo, Oleiros y Sada, con 79 capturas La cifra asciende a 3.859 en la provincia.
Ante un golpe contra estos animales muchos coches son declarados siniestro total. «Si está asegurado a todo riesgo, el seguro va a pagar el valor venal del mismo, no el real, que suele ser un 30 % más bajo. Para obtener la indemnización total es necesario reclamar al responsable de la vía», apunta Manuel Noya, gerente de riesgos en Cosmobrok. «Si el siniestro ocurre en época de caza o durante una espera para una batida, los organizadores son los responsables del desplazamiento del animal y deberán asumir el gasto». Más complicado lo tendrá la conductora que el lunes atropelló a un jabalí en la AP-9. «La empresa responsable de la vía, Audasa, debe impedir mediante vallas que los animales accedan, pero si lo hacen por la entrada de vehículos no lo pueden evitar y no asumirán los gastos», explica.
Marcos Carreira, agente de seguros: «Cada vez nos preguntan más si las pólizas incluyen siniestros contra animales cinegéticos»
Con la aproximación de los jabalíes a las zonas urbanas, muchos conductores perciben un aumento de la probabilidad de sufrir un accidente con estos animales. Ante el riesgo, cada vez son más los que trasladan a las corredurías de seguros sus dudas en caso de tener la mala fortuna de toparse con uno de estos ejemplares en la carretera. Marcos Carreira, de Despreocúpate Seguros, explica que no siempre la póliza cubre estos siniestros. «Cada vez nos preguntan más si las pólizas incluyen estos casos; antes las consultas habituales eran si incluían rotura de lunas o incendios», añade Carreira.
—¿En qué casos el seguro se hará cargo de los gastos?
—En la actualidad solo lo cubrirá la empresa aseguradora si el coche está a todo riesgo o si, en el caso de tener una póliza a terceros, está ampliada y en ella se contemplan los accidentes con animales cinegéticos.
—¿El parte del accidente debe detallar que ha sido contra un animal de este tipo?
—Sí, es clave que la persona que sufra el siniestro llame a la Policía Local o a la Guardia Civil, en función de donde haya ocurrido el accidente, para que quede constancia en el atestado. De lo contrario, el seguro podría no cubrirle el coste de la reparación, ya que no estaría acreditado que fuese por la presencia de un animal cinegético. Podría ser, por ejemplo, por un perro, de forma que no se haría cargo.
—¿Y si el siniestro ocurre en una zona de coto de caza?
—Si el accidente ocurre durante una partida de caza, o en las 12 horas siguientes a esta, el responsable es el titular del coto de caza. Es decir, la entidad o persona que organizó la actividad cinegética deberá asumir los costes del siniestro.
—¿Y si hay deficiencias por la carretera en la que ocurre?
—Si la vía no cuenta con vallas idóneas, señales que adviertan del riesgo u otras medidas de prevención, la responsabilidad recae en la Administración titular o bien en la concesionaria. En el caso del último siniestro en la AP-9, el afectado podrá reclamar una indemnización a la Administración competente, sea autonómica o estatal, o a la empresa titular de la concesión, en este caso Audasa. Es algo que resulta muy difícil de probar para el particular, ya que debería localizar la incidencia, realizar fotos de la misma y también realizar un acta notarial para demostrar en el procedimiento judicial correspondiente que la Administración es la responsable de ese accidente.