Johnny Vergara, cantante: «En Cuba no saben quién es Machín, pero cantan sus canciones»

T. R. A CORUÑA

A CORUÑA

Johnny Vergara
Johnny Vergara Cedida

Ofrecerá un tributo al genio cubano este viernes a las 20.00 horas en Afundación

31 ene 2025 . Actualizado a las 10:23 h.

Las maracas de Machín volverán a sonar este viernes en el auditorio de Afundación (20.00 horas) con el tributo Toda una vida, en el que Johnny Vergara (La Habana, 1969) repasará la vida y obra del genio cubano. «No es una imitación. Lo hago con mi voz, mi estilo y en mi género, pero respetando su personalidad», advierte el artista. Las entradas pueden adquirirse a través de Ataquilla.

—¿Qué se encontrará el público?

—Es un homenaje a Antonio Machín, un repaso a su vida y obra, desde que nació en Cuba hasta su etapa en España. Hay una proyección en la pantalla de imágenes de su vida, algunas inéditas, y cuenta con la narración de Alberto Closas. En cada bloque habrá cuatro o cinco canciones y no faltará ninguno de sus grandes éxitos, desde Angelitos negros a Dos gardenias, pasando por Madrecita o Esperanza.  

—Siendo usted también cubano, imagino que será una gran responsabilidad.

—¡Y encima, con las similitudes que tenemos! Él tuvo una familia grande, con 17 hermanos, y yo soy el número 13 en la mía. Llegamos a España de la misma manera, tocando las maracas y cantando boleros.  

—Su música no pasa de moda.

—El bolero nunca muere. Machín supo introducir el bolero en Europa. Consiguió atrapar al público con su simpatía, su carisma, su voz y sus maracas, que son su sello. Ese fue su gran éxito. 

—¿Y el público cómo responde?

—Se arrancan a cantar desde la primera nota de El manisero. Es lo bueno de este espectáculo. Viene gente de todas las edades y son los nietos o los hijos los que traen a los abuelos.  

—¿A cuándo se remonta su admiración hacia Machín?

—Hace 27 años, cuando llegué a España. En Cuba la mayoría no saben quién es, pero cantan sus canciones. Empecé a indagar sobre su vida, encontré bastantes similitudes con la mía y empecé a ver cómo podía montar algo para realzar su figura. Ya cantaba sus canciones y fue fácil meterme en el papel.  

—Uno sale del espectáculo conociendo un poco más de él.

—Esa es la idea. La gente se sorprende con las imágenes y la narración. Es un espectáculo muy diferente a lo que están acostumbrados a ver en un tributo.