Paradoja en Oleiros: Cáritas lanza un SOS en el concello más rico de Galicia
A CORUÑA
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En un año se han duplicado las familias pobres «y nuestros fondos se agotan»
09 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La renta media de Oleiros supera los 43.000 euros anuales. Es el Concello más rico de Galicia y se mantiene entre los 50 primeros de España. Pero detrás de la extraordinaria calidad de vida, las urbanizaciones de lujo o los amplios servicios municipales, se esconde una realidad muy distinta para más de un centenar de familias cuyas necesidades están apretando las costuras de Cáritas Santa Cruz-Liáns, una oenegé que cubre todo el municipio con excepción de Perillo y Mera, que cuentan con instalaciones propias de Cáritas.
Agustín Jimeno preside esta entidad desde el 2010 y él mismo reconoce que nunca habían estado tan cerca de descubrir telarañas en la caja del dinero. «Tenemos 130 familias anotadas, de las que 104 vienen con asiduidad, pero después de Navidad ya no podemos repartir determinados alimentos o materiales, debemos rebajar la cantidad para que llegue para todos», relata el veterano presidente, que lanza un SOS a la sociedad, «que siempre ha sido muy solidaria», para intentar reforzar los fondos y donativos para las familias.
Así, el pasado miércoles 5 de febrero, las familias se encontraron con que en las cajas que habían preparado los voluntarios no había huevos. «Son alimentos que, junto a la carne, compramos nosotros mismos, pero tal y como estamos ahora nos es imposible», sentencia Jimeno. «Estamos viviendo el momento financiero más crítico que recuerdo, podremos aguantar uno o dos meses, pero a largo plazo habrá que buscar dinero debajo de las piedras», añade.
Mariquita Morro es una de las 15 voluntarias que cada miércoles acude al local de Santa Cruz para preparar y repartir las cajas para los usuarios. A ella le tocó explicar a las familias que esta vez la entrega era más modesta. «Les dijimos que había menos, que no disponíamos de huevos, y que había que repartir menos entre todos, y lo entendieron», señala.
La grave situación estuvo disfrazada durante la pasada Navidad, unos días en los que la sociedad, de forma espontánea, multiplica sus donativos para los más desfavorecidos. Pero después de Reyes, las ayudas cayeron de nuevo en picado. No obstante, la peliaguda situación que vive Cáritas Santa Cruz-Liáns no se debe a una reducción de donativos. «El problema es que en el último año se ha duplicado el número de usuarios, teníamos unos 60 y ahora pasamos de 100, y con los mismos recursos...», explica Mariquita Morro. Por eso los pañales, que compra la propia asociación, se entregan más a cuentagotas. «Si antes había 10 niños que los necesitaban, ahora hay 35, las donaciones no han disminuido, pero con lo mismo tenemos que hacer más», indica la voluntaria. «Los propios usuarios cuando vienen a la cola los miércoles ya notan que son más, y lo comprenden», añade.
El presidente ratifica el discurso de Mariquita: «Estamos teniendo tantísimas familias... Esto es mucho y estamos agobiados». El Banco de Alimentos Rías Altas insufla importantes cantidades de alimentos no perecederos cada 15 días, y los donativos se nutren con la solidaridad vecinal, que cuenta con la contribución fija de un par de socios.
El 70 % proceden de otros países, aún están sin papeles y tienen varios hijos
Más de dos tercios de las familias que acuden a los despachos de Santa Cruz-Liáns proceden de otros países. De estos, buena parte se encuentran sin papeles que les permitan optar a un trabajo. «Son familias muy vulnerables, con varios hijos, que llegan como turistas y luego se ven envueltos en la burocracia», señala Arturo Aramburo, voluntario responsable de la recepción e inscripción de las nuevas familias. Uno de los problemas más graves es el residencial. «Les piden alquileres de 700 euros y acaban alquilando habitaciones por 300 y que pagan en negro», señala Arturo. «Lo peor es que muchos arrendadores se niegan a empadronarlos, y les niegan así la llave para poder empezar a legalizar su situación y acceder a un empleo. Me duele que los exploten», sentencia.