Un vecino del Agra do Orzán, en A Coruña, denuncia vivir «asediado polo cheiro»

Un residente de un edificio situado en la calle Francisco Añón de A Coruña ha decidido poner un cartel en su ventana en el que denuncia llevar año y medio aguantando malos olores por culpa de un vecino. Así, el hombre dice vivir «asediado polo cheiro».

El afectado, que prefiere no dar su nombre, indica que los problemas comenzaron hace tres años. «Hicimos una reforma en el inmueble para instalar el ascensor, de forma que el patio de luces se resintió y hay menos ventilación», explica. «A esa zona dan ocho cocinas del edificio por lo que los olores se expanden y a eso se suma la suciedad que empezamos a notar en las zonas comunes», dice.

Ane el conflicto vecinal, los propietarios convocaron una junta extraordinaria de la comunidad. «Entonces yo era el presidente y dimití porque no estaba dispuesto a lidiar con toda la porquería acumulada en espacios de uso común. Se habló con los inquilinos que causaban estos problemas y a raíz de eso la cosa pareció encaminarse, pero no», relata. Esto fue en septiembre del 2022, pero en noviembre del pasado año, los vecinos empezaron a notar un olor extraño por las zonas comunes, «como a hierbas», describe

Así, llegaron a pensar que se trataba de sustancias ilícitas, pero la realidad nada tenía que ver. «Como no limpiaban el piso, estos inquilinos empezaron a utilizar un ambientador, pero el resultado es bestial», apunta el hombre que dice que, al juntarse los hedores de suciedad y del refrescante, huele «asqueroso».

En la actualidad, dice que la situación sigue siendo insostenible.«Han dejado de usar tanto el extractor de la cocina, porque hablamos con el Ayuntamiento de A Coruña para que viniesen a comprobar si era industrial o doméstico, ya que no expulsaba bien los olores, pero el problema sigue porque ese ambientador hace que se expanda todavía más el hedor. Se filtra por la puerta, llega al rellano y huele todo mal por las escaleras».

El vecino indica que a base de quejas, los inquilinos de este inmueble han ido modificando algo su conducta, pero no se ha solucionado el problema. En este sentido, dice que desde la comunidad hablaron con los propietarios de la vivienda. «Les enviamos un burofax pidiendo la copia del contrato del alquiler y no nos lo han enviado». Así, «cansado» de la situación, optó por poner el cartel en su ventana.  «Yo soy el vecino más afectado porque los tengo en frente y están en guerra conmigo», dice.

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